El presidente Donald Trump se mostró ayer lunes partidario de fortalecer las revisiones de antecedentes penales para quienes deseen comprar armas, mientras pasaba sus vacaciones en su campo de golf privado en Florida a pocas millas de donde ocurrió la masacre escolar de la semana pasada.
La vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo que el mandatario habló con el senador republicano de Texas John Cornyn, para ver si se podía aprobar una medida bipartidista que fortalezca la base de datos del FBI para quienes deseen comprar armas.
“Si bien las negociaciones están en curso y se están considerando distintas opciones, el presidente apoya los esfuerzos para mejorar el sistema de revisión federal”, dijo Sanders en un comunicado.
Trump, quien está pasando el fin de semana feriado en su propiedad privada en Palm Beach, inició su descanso en el campo de golf cercano. La Casa Blanca no respondió de inmediato a preguntas sobre si el mandatario estaba jugando golf.
Anteriormente sus asesores le habían pedido abstenerse de jugar golf tan pronto después de la matanza en una escuela secundaria en Parkland en que 17 personas perdieron la vida.
Aprovechando el feriado por el Día de los presidentes manifestantes llegaron el lunes hasta los alrededores de la Casa Blanca y exigieron un mayor control de armas en el país. Decenas de jóvenes participantes recordaron a todas las víctimas de tiroteos como el último ocurrido en Florida.
Durante el fin de semana, Trump pasó gran parte del tiempo viendo noticias por televisión y quejándose con sus allegados sobre la investigación en torno a la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses.
El mandatario disparó una andanada de tuits desde Mar-a-Lago, quejándose sobre la investigación y acusando al FBI de estar tan obsesionado con ese tema ruso que no investigó debidamente al atacante de la escuela de Florida.
En ningún momento Trump habló del sufrimiento de los familiares ni de la necesidad de reformar las leyes que permiten fácilmente a cualquiera comprar armas de guerra en Estados Unidos.
Alumnos de la escuela que sobrevivieron la masacre han pedido reformar las leyes de compra y tenencia de armas y están organizando una marcha en Washington para el mes próximo mes. Trump y los republicanos han concentrado sus reacciones en la salud mental del agresor y no en las leyes de armas.
El domingo la Casa Blanca anunció que el presidente se reunirá con alumnos y docentes para escuchar sus argumentos, pero no dio detalles de quién asistirá y cuál sería el tema a tratar.