El gobierno de Nicaragua oficialmente registra 46 muertes por Covid-19 al 2 de junio, pero la realidad que ven los nicaragüenses desde hace cinco semanas es otra historia.
Tras meses de cuarentena obligatoria, cierre de fronteras, restricciones a la movilidad y hasta toques de queda, los países de Centroamérica, a excepción de Nicaragua, se preparan para retornar escaladamente a la normalidad.
La comunidad médica llamó a la población a entrar en cuarentena voluntaria por las próximas tres o cuatro semanas.
Ya que el país ha entrado en la fase más acelerada del contagio con un sistema hospitalario extremadamente débil.
“Esta Cuarentena Nacional consiste en permanecer en casa por al menos 3 o 4 semanas. Realizar compras de alimentos una vez por semana, garantizando el distanciamiento de al menos 1.5 metros de persona a persona. El uso de mascarillas y caretas faciales o pantalla protectora fuera de casa, y el constante lavado de manos”, afirman fuentes médicas independientes al gobierno.
El Minsa asegura que entre el 18 de marzo y el 2 de junio solo se han presentado 1,118 contagios y 46 muertes. Aunque estas cifras han sido cuestionadas incluso por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Las cifras del Observatorio colocan a Nicaragua a la cabeza del istmo en cuanto a muertes.