Ayer domingo pudieron ingresar 89, sin embargo, más de mil faltan que ingresen y retornen a su país
Un grupo de unos 89 nicaragüenses que se encontraban varados en Panamá, debido a la pandemia de la Covid19, lograron entrar a Nicaragua, después de 48 horas de viaje desde la capital del país canalero.
Los nacionales tenían más de una semana haciendo intentos de regresar a su país, después de haber perdido las maneras de cómo se buscaban la vida que tenían en Panamá.
Por la pandemia de coronavirus, han enfrentado un océano de dificultades por las restricciones migratorias a causa de la emergencia sanitaria en Costa Rica, en donde también Nicaragua les cerró las puertas, a pesar de que este país es el único que oficialmente no ha cerrado sus fronteras. Es un misterio el motivo por el cual el gobierno sandinista les sigue impidiendo el retorno.
El abogado de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, ha hecho críticas a la posición del Gobierno de Nicaragua con sus nacionales, debido a que la Constitución local garantiza el libre regreso de nicaragüenses que salen del país.
“Ya debería haber 400 nicaragüenses en camino a sus casas, apenas han ingresado 89, la Cancillería debería garantizar que vengan con celeridad, no poner trabas, ciertamente, si hay una pandemia, debería de haber trámites de cuidado, pero no cerrarles las fronteras, eso es un abuso, una violación a los derechos constitucionales y humanos”, dijo Cuevas después de recibir al grupo.
Cuevas manifestó que los 89 que llegaron de Panamá, por la frontera con Costa Rica, entraron sin más inspecciones que las realizadas por migración.
“No les exigieron mascarillas, no les tomaron la temperatura, no hubo ningún tipo de cuidado, cuando lo mínimo que debieron haberle hecho fue la prueba de la Covid-19, si lo que le preocupa al Gobierno es la salud de los nicaragüenses”, sostuvo el activista.