LA JORNADA

Periodistas venezolanos: “la prensa necesita ser libre para influir en el nivel de democracia”

La embajada de Estados Unidos ante Venezuela organizó este jueves un foro digital para debatir sobre el derecho a la libertad de prensa en ese país

En Venezuela cerca de 70 periódicos han dejado de circular por parte del Estado
“La prensa necesita ser libre para influir positivamente en el nivel de civilidad, democracia y modelo político que más conviene a un país”, apuntó el periodista Eduardo Rodríguez.

La prensa libre en Venezuela está conectada con la capacidad de desarrollo del propio país y es una herramienta clave para medir sus niveles de democracia, apuntaron dos de los periodistas más reconocidos en esa nación durante un foro organizado por la embajada de Estados Unidos.

Dave Fogelson, director de comunicaciones de la representación diplomática del gobierno estadounidense ante Venezuela, encabezó el evento, transmitido por las redes sociales en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa.

Destacó que el presidente Joe Biden saluda “el coraje y el sacrificio” de los periodistas y que la Casa Blanca promueve el respeto al derecho a la información como vía de sembrar dinamismos y resiliencias en las sociedades.

“Se enfrentan a muchos desafíos, hostigamientos y violencia (…) La prensa libre ayuda a gobernar correctamente, sin importar quién está a cargo, previene la corrupción, da confianza, informa y educa”, subrayó Fogelson antes de interactuar con Eduardo Rodríguez, periodista con 30 años de experiencia en televisión y radio, y Román Camacho, fotoperiodista con 430.000 seguidores en Twitter, especializado en información sobre crimen, seguridad y defensa.

Rodríguez, quien encabeza un programa informativo diario durante dos horas, reivindicó el poder de la libre prensa de “proteger a la sociedad”.

“La prensa libre está directamente conectada con la posibilidad de que un país se desarrolle, se haga responsable de su destino, que las instituciones cumplan sus funciones, de dar control y seguimiento sobre la función pública”, expuso.

Venezuela es uno de los países reprobados en los derechos a la libertad de prensa y de expresión en el hemisferio occidental, según organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa y el Comité para la Protección de Periodistas. Sus informes dan cuenta de frecuentes amenazas, detenciones arbitrarias y cierres o bloqueos de medios informativos por el Estado.

La prensa necesita ser libre para influir positivamente en el nivel de civilidad, democracia y modelo político que más conviene a un país”, apuntó Rodríguez.

Camacho, por su parte, valoró que el derecho a la libre prensa es “lo más importante que puede haber para una nación” y permite “hacer una medición de los gobiernos con su pueblo”. Opinó que el trato del Estado hacia el periodismo es un baremo para determinar si un gobierno es verdaderamente democrático.

La revolución digital

Fogelson planteó a los invitados al foro un debate sobre cómo se entremezclan la “revolución” de las nuevas tecnologías y el periodismo en estos tiempos. Rodríguez advirtió sobre cómo las informaciones que circulan gracias a los teléfonos inteligentes y las aplicaciones digitales no deben eximir a quien reporta de su cuota de responsabilidad, sea un ciudadano o un periodista.

“Las nuevas herramientas llegaron para fortalecer el derecho a la información. A la prensa libre, nos colocan al borde del abismo de los excesos, de las mentiras, de los daños que se quiera hacer a alguien. Hay que ser cautelosos”, indicó.

Como un comunicador que también completó estudios de derecho, Rodríguez dijo que prefiere desconfiar de inicio de cualquier información de impacto que le llegue a su línea de tiempo en redes sociales o a su espacio periodístico.

Recomendó a sus colegas “ser desconfiados, no precipitarse” ante noticias incipientes sin la suficiente cuota de confirmación. “Es más importante decir la verdad que la velocidad con que creas que estás diciéndola”, apuntó.

Camacho, por su lado, acotó que la sociedad no debe restar importancia a la figura del periodista en medio de la explosión de las nuevas tecnologías.

“Las redes sociales no han suplantado a los medios tradicionales”, consideró. “No hay que ser reactivos con la información. Siempre pienso que (una información reciente) puede ser una ‘concha de mango’. La credibilidad y el nombre tardan mucho en levantarse y en un minuto se puede perder”, añadió.

En Venezuela, cerca de 70 periódicos han dejado de circular en años recientes y son comunes los cierres, las censuras oficiales o los cambios de dueños de medios televisivos o radiales, según organizaciones civiles que defienden la libertad de prensa, como Instituto de Prensa y Sociedad y Espacio Público.

Además, son constantes las denuncias de medios digitales sobre bloqueos de sus portales en Internet por parte del Estado venezolano.

Ante una pregunta sobre la infociudadanía, como se identifica a la acción del ciudadano que cuenta lo que ocurre en su entorno por los medios a su alcance, Camacho aconsejó no arriesgar la vida para reportar o grabar una situación.

“Vean su entorno, no se expongan ni se pongan en situaciones de riesgo. Salvaguardar su vida es lo más importante antes que grabar”, expresó.

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