Esos datos se encontraban “entre los más seguros y sensibles” de la flota de propulsión nuclear del país, según el jefe de las Fuerzas Submarinas de EE.UU.
West Virginia Regional Jail and Correctional Facility Authority
Jonathan Toebbe, ingeniero de Marina de EE.UU. con acreditación en seguridad de alto secreto, y su esposa, Diana Toebbe, fueron sentenciados la semana pasada a largas penas de prisión por intentar vender secretos nucleares, informa Washington Post.
Los Toebbe se declararon culpables de tratar de vender datos restringidos sobre los sistemas de propulsión nuclear de los submarinos estadounidenses. Según el vicealmirante William J. Houston, jefe de las Fuerzas Submarinas de EE.UU., esos datos estaban “entre los más seguros y sensibles sobre nuestra flota de propulsión nuclear”.
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La magistrada, Gina Groh, calificó a los esposos de “traidores confesos” que cometieron “actos terribles contra la nación”. “Su cliente puso a este país en grave peligro”, dijo al abogado de Diana Toebbe, de acuerdo con una cita de ABC News.
Condenada a 21 años y 10 meses
Groh, sentenció a Jonathan Toebbe a 19 años de prisión, mientras que Diana, a pesar de no participar en el crimen directamente y no tener acceso a información secreta, fue condenada a 21 años y 10 meses. Según la magistrada, la razón de esta diferencia se basa en que la mujer trató de comunicarse con su marido mediante cartas para persuadirlo de que se declare culpable y sostenga que ella no tenía nada que ver con el plan.
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Ambos intentaron justificar sus acciones. “Creí que mi familia estaba bajo una grave amenaza, que la propia democracia estaba al borde del colapso. Y este tipo de pensamiento catastrófico me abrumó”, explicó Jonathan. “Fracasé en mi responsabilidad ante el pueblo estadounidense de preservar los secretos que me fueron confiados”, añadió.
Mientras tanto, Diana lamentó no haber disuadido a su marido en relación con el plan. “Tendría que haber seguido mi instinto y tratar de convencer a mi esposo de que dejara el plan, pero las dificultades familiares continuaban, mi depresión estaba en su punto más alto, y sentía que la situación política en el país era nefasta”, aclaró Diana.
“No solo fracasé en disuadirlo; en realidad, participé en su ayuda y quise que tuviera éxito. En aquel momento, pensé absurdamente que era una forma de salir de estos problemas”, agregó.
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