La mayor parte de los conflictos humanos es debido a que no existe una buena comunicación porque, en principio, se desconoce cuál debe ser su finalidad. Por eso surgen disenciones, violencia y confusión individual y colectiva. Ni siquiera os podéis comunicar con vosotros mismos, porque os habéis proyectado en la espiral externa de la comunicación superficial que sólo genera más atrofia en vuestras esferas mentales y consciencia divina. Cuando os comunicáis con los demás, lo hacéis desde una premisa de distanciamiento, inconsciencia y falta de sensibilidad, porque sólo estáis comunicandoos a niveles primarios de subsistencia. La subsistencia conlleva grados de manipulación y fraude que acaban creando dinámicas hostiles en los individuos y que afectan el tejido social.
Sólo tenéis que observar a vuestros políticos y religiosos cómo utilizan las deformaciones del Sonido Primigenio para controlaros, con la única finalidad de fortalecer sus tendencias megalómanas. Toda vuestra cultura, educación y ciencia están infectadas de frecuencias sónicas negativas y engañosas, porque están proyectadas desde dinámicas de consciencia involucionista. Por eso, vuestra sociedad está pasando por niveles de decadencia cuya única finalidad es la explotación de los recursos de la naturaleza, de sus congéneres y de otras especies de vida.
El poder de la comunicación interior no es una facultad divina que se ha otorgado al ser humano ni a ningún otro ser del universo con fines deshonestos ni destructivos, sino para descubrir su esencia divina y la conexión que tiene con Dios. Todo en el universo ha sido diseñado para fomentar esa comunicación divina con el Creador y sus expresiones individualizadas, donde el AMOR se manifiesta como una dinámica de servicio impersonal que genera fraternidad y comunicación empática. Todos buscan vibrar en sintonía con todos y con todo, donde el bienestar y beneficio de los demás redundan en la totalidad, como un todo sinérgico y diversificado.
Vuestra civilización actual, a pesar de todo el progreso tecnológico y científico, sólo ha producido desunión. La razón de ello estriba en que os habéis desconectado de vuestra comunicación interior y habéis creado toda una inmensa red de comunicación exterior que os mantiene cada vez más separados. Vuestras mentes, emociones y sentimientos están tan deteriorados que no podéis penetrar las capas más profundas, donde vibra eternamente el Sonido Primigenio que emana de Dios. Os habéis olvidado del vínculo eterno que tenéis con Él y, como consecuencia, gradualmente os habéis ido olvidando de vosotros mismos y de vuestra realidad divina a la que pertenecéis. Ha llegado el momento de que comencéis a comprender que, mientras no utilicéis el poder de la comunicación interna, no podréis ir más allá de las limitaciones espacio-tiempo y dualidad que están restringiendo vuestra evolución.
