30 años después Comala tenía otra cara. 

Llega Macario  el Tahúr,y se instala en la casa (ya reconstruida) de la  Susana San Juan.  Llega también Honorio Portales, coronel retirado y lejano pariente de Pedro Páramo. En este pueblo renovado por la Historia, podía observarse que algunas de sus calles todavía permanecían con aquella pincelada de olvido y tristeza a pesar de los esfuerzos que la revolución hizo por darle al lugar un ambiente donde los habitantes pudieran vivir dignamente.

Yo me pregunto, ¿Qué vinieron hacer aquí Macario y Honorio? Y me repregunto, ¿Acaso ellos también ya están muertos?... Sólo los murmullos podrán contestarme en cuestión de horas cuando ya sea de noche. Pedro Páramo antes de morir me dijo: "Fulgor,  "Tienes que cuidar por siempre la hacienda y el pueblo que nos vio nacer, pues vendrán extranjeros a querer sacar provecho turístico de Comala, ya que cuando ven a un pueblo en abandono, empiezan a comprar barato las casas que luego las convierten en Hoteles o Casinos de juego, galerías de arte, bares, cafés y en nombre de la CULTURA todo esto no es más que simples chupaderos donde los conjuntos musicales  estrenan sus mejores instrumentos."- (Ciertamente ya se ven señales de ese turismo anunciado, ya  está abierta una discoteca-) Se me olvidaba mencionar que también llegó, un mago de nombre BARÚ, que habla inglés y que sabe tirar el TAROT.
  
Macario, con el cubilete en mano, me invita a jugar chivo, y masticando una cabuya de puro, me dice: desde cuando vive usted en Comala?, pues he notado en su voz algo profundo, algo que sólo los viejos conocedores de la historia y la geografía sustentan con esa voz convertida en murmullo, y que se diluye con la brisa pegándose sobre las paredes de las casas como panfletos de la revolución de hace más o menos 80 años. Ud.  Sabrá que yo vine a jugar, esa es mi pasión, esa es mi vida. Dígame, usted qué hace, qué me cuenta…
-Yo fui el mayordomo de  Pedro Páramo, cacique de estas tierras en tiempos de la revuelta revolucionaria que azotó toda la región y él me dejó el encargo de cuidar este pueblo. Ese soy yo, el que cuida, el que vela porque todo ande bien, si señor, ese soy yo."

Honorio Portales había llegado con dos camiones llenos de ganado, entre los que se destacaban unos Cebú comprados en Texas. Honorio hoy se dedica al comercio de ganado. Continuará…
La bicicleta Aparece en Comala

Antes de la aparición del circo, la bicicleta ya era vista en los alrededores del pueblo como objeto novedoso, pues nunca se había visto en Comala un vehículo de dos ruedas.

"Dice el dicho que los muertos no pueden estar tanto tiempo muertos, y es por eso que regresan como  han regresado EL TAHÚR Y HONORIO  PORTALES. El primero pasó viajando toda su vida; perdiendo y ganando dinero y el segundo pasó envuelto en batallas contra insurgentes de Centro América y logró ser uno de los dictadores más temidos. Mirá Chema, me decía con aquel garbo seco propio de los militares, quiero que estés presente cuando lleguen las delegaciones, pues el puesto de secretario general de mi gobierno así lo demanda, oíste… hermano y buen servidor del estado.- Así me hablaba mi general Portales acariciándose el gran bigote almidonado y mirándome con ojos desconfiados, pero él ya estaba muerto, ya no tenía el poder de los vivos. Y yo lo único que podía decirle era que: sí mi general, lo que usted diga".