El ejercicio aeróbico, de manera constante, disminuye la ansiedad y la depresión de estos pacientes, probablemente por la liberación a la sangre de unos químicos naturales llamados endorfinas, similares al opio.
Los animales expuestos al estrés incontrolado muestran disminución de las defensas del sistema inmunológico e incrementan la susceptibilidad a la aparición de tumores. Así las personas diagnosticadas con cáncer necesitan cultivar su propio programa terapéutico de relajación, por ejemplo, un simple paseo por el campo o el parque, un baño tibio acompañado de velas aromáticas, pueden proveer sensación de relajación y bienestar emocional.
Las actitudes emocionales son también importantes, si estas son positivas nuestro sistema inmune nos defenderá mejor contra el cáncer, esto no significa negar en uno mismo emociones como tristeza o ira. La clave radica en aprender a expresar estas emociones o sentimientos dejándolos salir y cultivar puntos de vista entusiastas y positivos.
Sabemos que el estrés deprime el sistema inmunológico incrementando la vulnerabilidad al cáncer, enfermedades infecciosas y existen factores emocionales que aumentan el riesgo de cáncer en personas con ira reprimida, desesperanza, alto grado de pasividad y conformidad personal.
Métodos como hipnosis, entrenamiento para relajación ayudan a disminuir los factores relacionados con el estrés; el apoyo familiar y social también son importantes.
Hace 2,000 años atrás los galenos notaron que las mujeres melancólicas eran más propensas a desarrollar cáncer. Hoy en día, esta idea es más poderosa que nunca. El estrés crónico afecta nuestras defensas y bajo estas condiciones el cerebro produce químicos llamados esteroides, hormonas que debilitan la respuesta inmunológica.
El estrés es definido como una reacción a cualquier estímulo que afecta el funcionamiento normal del organismo creando disturbio mental o daños a la salud física , este puede ser consecuencia de factores internos tales como enfermedades, dolor, conflictos emocionales o problemas psicológicos o aparecer por circunstancias externas como problemas económicos , pérdida de trabajo o de un ser querido.
Cuando el estrés se convierte en crónico es a menudo no reconocido por la persona que lo esta experimentando y va siendo aceptado como una forma o estilo de vida hasta llegar a enfermar.
Aprenda a lidiar con el estrés expresando adecuadamente sus emociones y sentimientos, no los reprima por ejemplo, llorar es apropiado pues lo ayuda a liberar tensión, duerma el mínimo de horas necesarias, no sea esclavo del trabajo, tómese unas refrescantes vacaciones, comparta momentos agradables con familiares y amigos, practique deportes o danza y también no olvide mantener una vida sexual saludable.
No sienta culpa cuando usted tome decisiones incorrectas, aprenda de sus errores y conviértalos en lecciones positivas.