La instantánea de Jorge Mario Bergoglio en un vagón antiguo del metro de Buenos Aires volvió a la palestra luego del fallecimiento del pontífice.

La mano derecha dentro del saco, mirada fija en la cámara y un atuendo negro, marcaron la foto más icónica del papa Francisco, antes de asumir su rol como pontífice. Su vestimenta, como de luto, se asemeja al duelo que se vive este lunes con su muerte a los 88 años.
El retrato fue tomado en 2008, cuando Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires, por el fotógrafo Pablo Leguizamón. “En ese momento, su discurso, su presencia, tenía un contenido político fuerte”, rememoró, citado por el medio local Río Negro.
Bergoglio tenía un acto con motivo de la festividad del Corpus Christi, que se conmemora en junio, y una vez finalizado, en vez de subirse a un auto oficial se dirigió al subterráneo más viejo de la línea. “Eso me llamó la atención”, contó Leguizamón.
“Tenía esa característica que de repente entre estaciones se cortaba la luz y después volvía. Una cosa media entre terrorífica y viaje en el tiempo”, relató el fotógrafo. “No era común ver un tipo de esas características metido dentro de un subte”, agregó.
Recordemos la que quizás sea la foto más icónica del Papa Francisco. Tomada por Pablo Leguizamon, en 2008, en el metro de Buenos Aires. Parece un fotograma de película. pic.twitter.com/VWVAA2Awh0
— Gonzalo Núñez (@GonzaloNez19) April 21, 2025
El resultado pasó a la historia. “Ese ángulo le da como importancia. Es un ángulo de la fotografía que logra que la imagen de una persona tenga un carácter así, épico. Medio napoleónico”, describió Leguizamón.
Pese a la referencia con el emperador francés, a Bergoglio nadie lo reconoció en ese instante. “El tipo mantenía esa vida austera, cercana a la gente”, opinó. Ahora su foto retomó la viralidad de antaño.
Este lunes el Vaticano informó que Francisco, el primer papa latinoamericano, falleció por un derrame cerebral, que lo llevó a estar en coma y a tener un colapso cardiocirculatorio irreversible.