El gobierno peruano exigió a la Interpol acelerar la activación de la alerta roja a nivel mundial para capturar al expresidente Alejandro Toledo.
Sobre Toledo pesa una orden de prisión preventiva por presuntamente recibir millonarios sobornos de la brasileña Odebrecht.
Perú ofreció a su vez una recompensa de 30.000 dólares a quien brinde datos certeros sobre el paradero de Toledo, un día después que un juez dio luz verde al pedido de un fiscal anticorrupción para arrestar al exgobernante.
La orden de prisión preventiva para el expresidente Jorge Toledo, se publicó en la cuenta oficial de Twitter de la presidencia de Perú.
El gobierno peruano advirtió que el ex presidente Alejandro Toledo, investigado por lavado de activos y tráfico de influencias, estaría en San Francisco, por lo que solicitó a las autoridades estadounidenses colaboración para su detención y expulsión.
Además, alertó a las autoridades de Israel sobre las presuntas intenciones del ex mandatario de viajar a Tel Aviv.
En un comunicado emitido por la Presidencia del Consejo de Ministros, el Gobierno informó que, según sus fuentes de información, que no identificó, Toledo podría estar planeando además “su fuga” al “Estado de Israel”.
La Presidencia del Consejo de Ministros de Perú también alertó a las autoridades de Israel ante la posibilidad de que “el referido requisitoriado quiera ingresar” a aquel país.
El empresario peruano-israelí Josef Maiman, amigo de Toledo, es también investigado en la supuesta ruta de pagos para favorecer las concesiones a la empresa brasilera Odebrecht.
En la víspera, un juez ordenó la captura y prisión preventiva por 18 meses de Toledo, de 70 años, a quien la fiscalía acusa de recibir 20 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht.
La entidad ministerial colocó en su página de internet la fotografía del expresidente en la lista de recompensas y en la que figuran los delincuentes prófugos más notorios del país.
El fin, ayudarle a la empresa brasilera a obtener una licitación para construir una carretera clave que une el estado brasileño de Acre y la costa del Pacífico de Perú.
La fiscalía acusa a Toledo (2001-2006) de los delitos de lavado de activos y tráfico de influencias tras obtener la confesión del colaborador y exrepresentante de Odebrecht en Perú, Jorge Barata.
Este es uno de los 77 ejecutivos de la constructora que han confesado en Brasil que Odebrecht repartió sobornos en Latinoamérica y África.
Toledo llegó a la presidencia tras luchar contra el gobierno de Alberto Fujimori, quien en 2000 -en el décimo año de su administración- huyó a Japón, desde donde renunció al puesto, agobiado por los escándalos de corrupción. Ahora Fujimori, de 78 años, está preso en Lima y cumple una condena de 25 años por asesinato y corrupción.