Clara Luz, Claribel Alegría, como yo la llamaba en las bellas charlas compartidas con ella en el rincón del jardín de su casa y su árbol de memoria prodigiosa y desconcertante de ternura.
Siempre en armonía con la palabra y la vida y la paz, en primera acción del amor. Cálida y sensible, domadora de nuevos verbos y nuevas palabras para su Estelí natal y puntual con su impetuoso El Salvador.
Guiada en la plena juventud por las letras estupendas del enorme Maestro, el español Juan Ramón Jiménez, (Platero y Yo) incendiario Premio Nobel de Literatura, a quién nunca defraudó al escribir una obra profunda y perdurable que le valió el Premio Reina Sofía, tan grande como ella, en 2017.
Buena parte de su obra la escribió por los derroteros del mundo en compañía de su amado esposo Bud Flakol, padre de sus hijos, el periodista Daniel Flakol, Mayra y Karen.
Su obra poética, la acercó y se nutrió de los más altos representantes de la poesía mundial. Tradujo con eficacia al gran poeta Robert Graves. Ensayista, escritora y novelista. Su nombre de pila, Claribel Isabel Alegría Vides.
Su foja literaria da cuenta de 10 libros de poesía y 5 novelas. 21 títulos en total. Comentada y admirada por ilustres creadores y pensadores ser orbe.
Su escritura se caracteriza por su precisión y sencillez y auténtica. Personalidad cumbre de la poesía latinoamericana de las últimas décadas. Hija de Ana María Vides y del doctor Daniel Alegría.
Claribel deja un precioso legado a las letras y la cultura. Es una pena su fallecimiento. Su partida ha conmovido a la inteligencia nacional e internacional.
Algunas de sus obras más representativas:
Amor sin fin
Otredad
Voces
Saudade
Anillo de silencio
Mitos y delitos
Volcán de Izalco
Cúmulos
Pasos inciertos