Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea planean ejercer presión de manera conjunta sobre Emiratos Árabes Unidos para que detenga las ventas de productos de doble uso a Rusia, informa The Wall Streat Journal citando a sus fuentes.
Funcionarios occidentales tienen previsto viajar al país árabe esta semana para abordar el tema. Pretenden mantener los chips de computadora, componentes electrónicos así como otro tipo de artículos que pueden tener fines tanto civiles como militares, lejos de Moscú para que no le brinden ventaja en el conflicto ucraniano.
Además, temen que debido a que Abu Dabi, al igual que muchos otros Estados que no forman parte del G7, optó por no sumarse a las sanciones antirrusas, “cada vez más productos fabricados en Occidente sean canalizados hacia Rusia a través de Emiratos Árabes Unidos, mientras EE.UU. ha presionado a otros países, incluidos vecinos de Rusia como Armenia, para que tomen medidas drásticas contra el comercio”, señala el medio.
Sin embargo, se detalla que el país árabe, a pesar de ser un antiguo socio de las naciones occidentales, no piensa romper sus vínculos con Moscú ya que su Gobierno se adhiere a “una estrategia de política exterior de amplio compromiso internacional en un orden mundial” que considera “cada vez más multipolar“.
La respuesta de EAU
Un funcionario emiratí comentó a Reuters que su país “cumple estrictamente las sanciones de la ONU y cuenta con procesos claros y sólidos para tratar con las entidades sancionadas”.
En este sentido, precisó que “están monitoreando continuamente la exportación de productos de doble uso” bajo su marco legal de control de exportaciones. “Los bancos de EAU, bajo la supervisión del Banco Central y otras autoridades pertinentes, supervisan el cumplimiento de las sanciones impuestas a Rusia para evitar violaciones del derecho internacional”, aseguró la fuente.
No es el primer intento de ejercer presión
A principios de marzo, el diario británico Financial Times ya reportó que Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido están presionando a Emiratos Árabes Unidos para que suspenda las exportaciones a Rusia de ciertos productos que supuestamente podrían ser utilizados con fines militares.
Altos funcionarios occidentales visitaron la nación árabe para exponer a las autoridades emiratíes el alcance de las restricciones comerciales e insistir para que tomen medidas drásticas contra las sospechas de incumplimiento de las sanciones de Occidente.
En 2022, el comercio entre el país del golfo Pérsico y Rusia aumentó significativamente en comparación con el año previo, siendo las piezas electrónicas y microchips los productos que mayor incremento experimentaron. El enviado especial de la UE para las sanciones, David O’Sullivan, dijo que se registraron “picos inusuales” en el comercio de Rusia con determinados Estados.
Las primeras discusiones con Abu Dabi se produjeron en un momento en que Occidente ha decidido centrarse en el cumplimiento de las sanciones antirrusas, en lugar de imponer nuevos paquetes de medidas restrictivas contra Moscú. Las autoridades estadounidenses advirtieron a las empresas de “cualquiera” de los países mencionados que corren el riesgo de ser sancionadas en caso de que vendan bienes críticos a Rusia que puedan ser utilizados en la esfera militar.