Brigadas de socorristas prosiguen hoy las labores de rescate y salvamento en el hotel Rigopiano, en la región italiana de Abruzo, sepultado la víspera por una avalancha de nieve en la cordillera montañosa del Gran Sasso.
Al menos tres cadáveres fueron rescatados hasta las 17.30 hora local, según fuentes allegadas a las operaciones de auxilio citadas por diferentes medios, aunque sin confirmación oficial.
Los principales noticieros de televisión continúan transmitiendo imágenes del lugar, incluyendo algunos espacios de la planta baja a donde pudieron llegar los rescatistas, en las cuales se pueden apreciar escenas desgarradoras sin señales de sobrevivientes.
Al momento de producirse el desastre, en el hotel se encontraban 29 personas entre huéspedes y trabajadores, de las cuales sólo tres sobrevivieron.
La instalación, literalmente destrozada por la avalancha, era una edificación majestuosa de tres pisos construida en una de las laderas boscosas de la cordillera, a mil 200 metros de altura sobre el nivel del mar, con todas las comodidades de un hotel cuatro estrellas.
La tragedia se desató cuando una enorme masa de nieve se desprendió desde la cima del Gran Sasso, elevación más alta de Italia con dos mil 912 metros, y arrastró consigo árboles y rocas con los cuales arrolló el edificio.
De acuerdo con informaciones publicadas hoy, la avalancha se produjo en medio de una secuencia sísmica que sacudió la zona donde estaba enclavado el hotel con cuatro terremotos de magnitud superior a cinco grados, por lo que se supone existe una relación entre ambos fenómenos.