RT-Nazareth Balbás
La reunión se espera en horas de la tarde. Hay más expectativa que certidumbre sobre los resultados pero, por ahora, ningún factor ha desistido de participar.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha insistido en promover un acercamiento con la oposición que permita garantizar la paz del país. Sin embargo, analistas políticos entrevistados por AFP consideran que haber sentado a derecha, sin duda, fue un round ganado para el chavismo.
“Ni ultimátum, ni levantarse: hay que trabajar. La alternativa al diálogo no puede ser un golpe de estado”, sostuvo el jueves el mandatario venezolano. El chavismo, con las cartas a favor, va con calma. La oposición, en tanto, trata de pujar para acelerar los tiempos ante el descontento de buena parte de sus simpatizantes.
Este viernes, en Twitter, la principal etiqueta es #dialogaremosyvenceremos. En la víspera, voceros de la derecha como el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, insistieron en que debía celebrarse el referendo revocatorio contra Maduro para poder considerar que hay resultados positivos: “Somos escépticos por las recciones del Gobierno”, dijo citado por Globovisión.
“El Gobierno es un obstáculo para cambiar la economía. Que la economía salga adelante depende de nosotros mismos, no del gobierno, ellos son la traba”, agregó.
Los mediadores
La mesas de trabajo se conocen: económica; generación de confianza y cronograma electoral; soberanía y paz; y verdad, justicia y reparación de víctimas. Los puntos más difíciles planteados por la oposición son, además del revocatorio, la liberación de quienes consideran “presos políticos” y la designación de nuevas autoridades del Poder Electoral y Judicial. El chavismo, por su lado, exige que la derecha respete la Constitución y las instituciones.
Los encargados de limar las asperezas y plantear algunos puntos en común para desescalar la confrontación son los representantes de la Iglesia Católica, a través del Vaticano, y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en la figura de Ernesto Samper, junto a los expresidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de Panamá, Martín Torrijos; y de República Dominicana, Leonel Fernández.
El nuncio apostólico, Aldo Giordano, reiteró el jueves que la Iglesia apostaba por el diálogo como solución: “el Papa ha confirmado que la vía es el diálogo, vamos adelante, vamos a explorar estos caminos”, afirmó, citado por el periódico Ciudad Caracas.
Zapatero, por su parte, dijo en declaraciones a Telesur: “hay que tener mucha paciencia, espíritu de negociación”. El único roce público en estos días con respecto a los mediadores han sido los señalamientos de Capriles en contra del secretario general de la Unasur, a quien acusó de ser “cómplice” del gobierno.
El mediador de última hora fue EE.UU. Después del primer encuentro, que parecía que no iba a darse, Washington envió a Thommas Shannon como emisario. Sin embargo, el reciente triunfo de Donald Trump en las elecciones norteamericanas ponen en entredicho que la participación sea con los mismos actores o, al menos, con un interés similar.
Se esfuma el revocatorio
Aunque la oposición y el gobierno bajaron su dura retórica, una decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) podría atizar las diferencias y elevar nuevamente el tono de los señalamientos mutuos.
El jueves, el máximo tribunal declaró “inadmisible” reanudar la recolección del 20% de las firmas para el revocatorio presidencial en contra de Maduro. El proceso se detuvo, por decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE), luego que varios tribunales regionales detectaron fraude en la recaudación del primer 1% de las rúbricas.
Un sector radical -y minoritario- de la derecha, que no ha estado de acuerdo con mediar con el gobierno, ha amenazado con acciones de calle. Mientras tanto, hay mutis en los principales líderes de la oposición hasta que no se concrete el tan esperado acuerdo de este viernes.
El gobernador opositor y participante en la mesa de diálogo, Henri Falcón, dijo el jueves que el gobierno de Maduro debía prepararse “para ser oposición”. Esta mañana, el dirigente y diputado chavista Diosdado Cabello fue enfático en advertir que una parte de la derecha “atacará cualquier posibilidad de vivir en paz”.