Descenso de las ventas, recortes presupuestarios y la suspensión temporal de operaciones en algunas empresas está creando una crisis llena de pánico.
Muchas compañías están reaccionando con el plan de supervivencia, lo que significa un plan para bajar costos (personal, gastos fijos, alquileres, entre otros). Aunque esto está en la dirección correcta puede ser que no sea suficiente para la mayoría de las empresas.
La mejor forma de soportar una crisis es reinventándose, adaptando o cambiando nuestro modelo de negocio, adaptando nuestra logística, nuestros productos y servicios ante el cambio de las circunstancias y/o el ecosistema en el cual se desarrolla la empresa, el que comprende por ejemplo empleados, clientes, proveedores, aliados, competencia, comunidad, accionistas y leyes.
Para atravesar una crisis y sobrevivirla, la variable más importante es el flujo de efectivo, si te quedas sin este el juego termina. Por ello, es vital planificar el flujo de efectivo y asegurar que tendrás lo suficiente para sobrevivir, o por lo menos sabrás hasta cuando puedes subsistir sin cambiar nada. El cálculo de este tiempo con efectivo positivo te permitirá ver objetivamente las prioridades a seguir.
¿Qué ha pasado en las crisis anteriores?
Para responder esto es fundamental conocer el tiempo que ha durado la crisis, normalmente las empresas que poseen el suficiente efectivo para subsistir se enfocarán únicamente en el plan de supervivencia, por otro lado, las empresas que no tengan el suficiente efectivo para soportar el período de crisis terminarán vendiendo activos, la empresa, cerrando o reinventándose, adaptándose a las circunstancias que les permitirán salir adelante.
Se vale tener miedo, se vale entrar en pánico, sería totalmente normal que te sintieras así. Sin embargo, es una etapa que debes dejar atrás y pasar a dirigir la acciones en tu empresa, debes afrontarlo con cabeza fría, lo peor que puede pasar es que el pánico te inmovilice y te vuelvas un espectador en lugar de un ente de cambio, tienes que dejar de pensar en lo que no puedes controlar y empezar a tomar acción dentro de lo que si tienes control.
Empezar a tomar acción
Cómo un ejercicio simple para iniciar, te propongo que hagas lo siguiente: toma una hoja en blanco y dibuja una línea vertical en medio, de tal forma que tengamos una hoja dividida en dos partes. En la parte izquierda, escribe todo lo que te preocupa, tengas o no control sobre ello.
Ahora, una vez terminado el lado izquierdo, escribe del lado derecho todo lo que puedes hacer que esté bajo tu control o puedas gestionar. Toma la lista del lado derecho y haz un plan con fechas con lo que puedes hacer o puedes gestionar llamando a un proveedor, aliado o cliente, entre otros. Esto te ayudará a bajar la ansiedad y empezar a tomar acción.
También te propongo un segundo ejercicio, imagínate que tu competencia descubrió la forma de adaptarse a estas circunstancias, piensa que encontró una nueva forma de hacer las cosas, que les ha gustado a los clientes y cubre sus necesidades, está empezando a subir sus ventas y mejorar cada vez más.
¿Te lo imaginaste? Permíteme hacerte una preguntas: ¿qué crees que hizo tu competencia para lograr esto?, ¿qué es lo que tuvo que hacer?, y ¿qué cambió que lo ha hecho exitoso en estas circunstancias? Ahora que has visualizado una opción ¿qué te detiene para hacerlo?
Por Julio Anleu, Ph.D
Coach de Estrategia
Management Group