Laureano Ortega, nacido en 1982, es el sexto hijo de los nueve que tiene el binomio presidencial y es quizás el más notable
Escrito por Houston Castillo Vado
La figura de un hombre con ropa impecable y con barba larga es cada vez más común en los eventos públicos de Nicaragua. En los medios de comunicación oficiales; en reuniones diplomáticas y hasta aparece firmando acuerdos en nombre de la nación. Su nombre es Laureano Ortega Murillo, hijo del presidente Daniel Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Laureano Ortega, nacido en 1982, es el sexto hijo de los nueve que tiene el binomio presidencial y es quizás el más notable. Aunque en teoría se desempeña en el Estado como el asesor para las Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional, su rol pareciera tener más peso.
“Funge más bien como una especie de súper ministro”, dice a la Voz de América una politóloga que prefiere no ser citada por temor a represalias, pero que considera que su desempeño en el gobierno es mayor que el de un asesor para asuntos de inversión.
El nombre de Laureano se destacó recientemente tras conocerse un acercamiento que la administración Ortega buscó tener con Estados Unidos en medio de la guerra que inició Rusia contra Ucrania. Laureano habría sido el puente para intentar negociar las sanciones impuestas por Washington a cambio de la liberación de los presos políticos que hay en Nicaragua, informó en su momento el diario The New York Times.
Pero el acercamiento de Laureano a la actual administración demócrata de Washington, con la que su padre, al menos en cámara ha mantenido en confrontación, es solo una pizca del poder que éste tiene sobre decisiones que definan el rumbo del país. Algunos analistas de hecho mencionan que a Laureano se le prepara para ser el sucesor de su padre.
El 10 de enero, por ejemplo, Laureano Ortega firmó cuatro acuerdos de “cooperación” con China, a tan solo un mes de que Nicaragua reanudara las relaciones con esta potencia económica.
Tiene un carácter afable, dice su hermana Zoilamérica Ortega
Algunos exfuncionarios nicaragüenses e incluso familiares consultados por la VOA concuerdan que la razón por la cual Laureano es el designado para estas funciones y quizás para una posible transición en el poder es porque es la persona más afable de los hijos de la pareja en el poder.
“Debo decir que a él lo han puesto en esa posición porque él es menos radical. Hay otras personas ahí que son muy radicales y que tienen unas ideas muy peligrosas para Nicaragua. Sin embargo, él es un poco más mesurado”, comenta el exdiplomático en la OEA, Arturo McFields.
Zoilamérica Ortega Murillo, quien denunció al actual mandatario nicaragüense por presunto abuso sexual recuerda a su hermano Laureano Ortega “como un niño alegre que siempre andaba cerca de sus hermanos Juan Carlos y Daniel Edmundo” de pequeño.
Según la socióloga exiliada en Costa Rica, Laureano poco a poco “se fue convirtiendo en un muchacho estudioso y muy interesado en el arte, precisamente en la música”.
“Todos ellos empezaron con una banda de rock, pero cada uno luego encontró lo suyo. Creo yo que (Laureano) hubiese preferido la música a la funciones que hoy realiza. Tiene un carácter, un temperamento muy apacible, no es una persona furibunda”, comenta Zoilamérica a la VOA.
Estudió en Costa Rica y se hospedó en la casa de un exministro del Consejo Supremo Electoral
Laureano Ortega estudió sociología en la Universidad Centroamericana (UCA) en Managua, pero posteriormente, tras la llegada de su padre al poder en 2007, fue enviado a estudiar a Costa Rica, junto a su hermano Maurice. Ambos estudiaron en la Universidad Véritas. Laureano se graduó en Producción Audiovisual.
Su estadía en Costa Rica se vio rodeada de escándalos por revelaciones periodísticas de los medios locales que destaparon que los hermanos Ortega habitaron en la casa del expresidente del Consejo Supremo Electoral, Roberto Rivas, señalado de actos de corrupción.
El periódico La Nación, que también destapó la residencia de los hermanos, publicó un artículo posteriormente en donde informó que Laureano se movilizaba en un vehículo deportivo Porshe 911, el cual se encontraba exonerado de impuestos e inscrito a nombre del embajador de Nicaragua, Hárold Rivas.
Laureano también se define como amante a la opera, razón por la cual también estudió brevemente en Italia y Cuba, según una autobiografía que él colocó en la web de la Fundación INCANTO, la cual dirige y recibe anualmente fondos del Estado con el fin de supuestamente promover el arte.
Ayer INCANTO presentó la ópera Rigoletto. Que orgullo ver la calidad de nuestro talento nicaragüense. Todos brillaron! Felicidades y a seguir creciendo. Hoy hacemos El Trovador. Puede verlo por canal 6 a las 6pm. Somos INCANTO! pic.twitter.com/FIjida3CgB
— Laureano Ortega Murillo (@LaureanoOrtegaM) April 9, 2022
“(Laureano) ha participado en cursos de perfeccionamiento con diferentes maestros de canto, entre los cuales destaca la soprano Lucetta Bizzi y el barítono Claudio Ottino de Italia, y la soprano Conchita Frankie de Cuba”.
La misma biografía señala que Laureno “atendió cursos y lecciones magistrales en los Conservatorios Luigi Boccherini de Lucca, Giuseppe Verdi de Milano y en la Academia de la Fondazione Festival Puccini en Italia”.
El maestro Mario Rocha, quien trabajó de la mano con Laureano en los eventos que organizaba la Fundación INCANTO, comparte a la VOA vía Skype que el trato del hijo de Ortega para con los músicos “era jovial”.
“ Veía que él trataba jovialmente a sus colegas, pero seguramente tiene otro trato a otro tipo de personas, esa faceta no lo conozco, sí escuché una vez a un maestro de canto que mencionó una vez que lo acompañó a una reunión de otro nivel con gente política y dijo que fue totalmente distinto, el trato es distinto”.
De gustos finos
Según revelaciones periodísticas de medios locales, Laureano Ortega es amante de los lujos como por ejemplo de los relojes Rolex, así como de los autos de carrera.
En 2014 el diario La Prensa en Managua informó sobre la adquisición de varios relojes Rolex en poder de Laureano. Uno de ellos estaba valorado en unos 43.000 dólares y fue precisamente con el que el hijo de Ortega recibió en el Aeropuerto de Managua al empresario chino Wang Jing, que prometió construir un canal interoceánico en Nicaragua.
Sucesión sería inconstitucional
Aún en medio de todos los lujos, apariencias y comentarios sobre la posible sucesión en el poder, Zoilamérica Ortega Murillo considera que aún no está tomada una decisión al respecto.
“Por ahora, todos ellos (mis hermanos) tratan de cumplir un mandato de su madre y a veces a costa de su propia libertad personal”, lamenta la hija de la vicepresidenta, quien se encuentra exiliada en Costa Rica.
En tanto el exdiputado opositor Enrique Sáenz menciona que aunque actualmente en Nicaragua sería un conflicto con la Constitución la sucesión del poder, no duda que se pueda reformar sin problemas desde el Parlamento que controla.
“Lo que ocurre es que en el caso de Nicaragua Ortega demolió la Constitución y las leyes, demolió las instituciones y, de la misma manera que estaba prohibido constitucionalmente que los parientes dentro del segundo grado de afinidad y del cuarto de consanguinidad fueran candidatos, Ortega impuso la candidatura de su esposa como vicepresidenta, de tal forma que, aún cuando lo prohibiera la Constitución, a Ortega no le importaría”, dice Sáez.
“En todo caso, utilizaría a sus sirvientes en la Asamblea para que la reformaran y habilitaran a alguno de sus familiares. Esto, más que legal, porque en Nicaragua no existe ley, es político”, concluye.