Berlín – El Partido Liberal Alemán (FDP) espera conquistar nuevamente al electorado en los comicios generales del 24 de septiembre y regresar al Parlamento tras una ausencia de cuatro años, según quedó patente en un congreso de tres días que la agrupación celebró en Berlín.
Tras obtener el resultado récord de 14,6 por ciento en 2009, los liberales germanos cayeron en 2013 por debajo del mínimo de cinco por ciento requerido para la representación parlamentaria y quedaron fuera del Bundestag por primera vez desde la fundación de la República Federal de Alemania en 1949.
La debacle estuvo precedida por una gestión de gobierno como socio menor de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel en la que los liberales no consiguieron cumplir sus promesas de impulsar grandes rebajas de impuestos o recortes de subvenciones y se enzarzaron en luchas intestinas.
De la mano de Christian Lindner, un elocuente político de 38 años, el FDP se recuperó merced a varios éxitos en elecciones regionales y en la actualidad están presentes en nueve de los 16 Parlamentos de los estados federados.
Los 660 delegados al congreso aprobaron este fin de semana un programa en el que prometen rebajas impositivas de por lo menos 30.000 millones de euros (32.700 millones de dólares) y una ofensiva digital para conseguir la “mejor educación del mundo” en un país pobre en recursos naturales. Asimismo demandan claras reglas para la inmigración.
A cinco meses de la gran cita electoral ha comenzado el cortejo de los liberales. El candidato del Partido Socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, elogió recientemente la buena sintonía que hubo entre ambas formaciones cuando gobernaron Alemania hace 30 años.
También en las filas democristianas de Merkel más de uno preferiría volver a aliarse con los liberales, los llamados “socios naturales”, que reeditar la Gran Coalición con los socialdemócratas.
Así, los liberales volverían a asumir el papel de partido bisagra que ostentaron en tiempos pasados.
Sin embargo, han dejaron claro que no quieren comprometerse con nadie ni de cara a los comicios generales ni a los regionales de Schleswig-Holstein (7 de mayo) y Renania del Norte-Westfalia (14 de mayo), donde buscan revalidar su presencia parlamentaria.
“El FDP no va hacia la izquierda y tampoco hacia la derecha. Nuestra oferta es amplia”, dijo Lindner a dpa.
Menos claras son las encuestas, que ubican a los liberales entre el cinco y el seis por ciento en la intención de voto, justo por encima del umbral mínimo.
Para el FDP, las elecciones generales revisten una importancia existencial porque de no conseguir desembarcar nuevamente en el Bundestag, el partido tendría grandes dificultades para hacer oír su voz y quedaría marginado de la política nacional.