El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, informó que entre los habitantes de Nicaragua, existe un porcentaje que va del 15 al 24.9 por ciento que no ingiere la cantidad de energía de alimentos de acuerdo a las medidas requeridas.
“El indicador utilizado para ello (conocer la subalimentación) mide la probabilidad de que una persona seleccionada al azar en la población, consuma una cantidad de energía alimentaria insuficiente para poder satisfacer sus necesidades a fin de llevar una vida activa y sana”, detalla el estudio realizado con el nombre Mapa del Hambre 2015.
En este documento se puede notar la prevalencia de la subalimentación en la población de las naciones en vías de desarrollo en el período 2014-2016.
En el caso de Nicaragua, se revela que la prevalencia de la subalimentación entre sus pobladores es moderadamente alta, lo que para el sociólogo Cirilo Otero, “significa que es un país que está en peligro porque tiene las características de vulnerabilidad de la inseguridad alimentaria”, dijo el experto.
Otero dijo a un diario nacional que entre las razones que vuelven a los nicaragüenses más vulnerables al hambre es porque el país no cuenta con la suficiente cantidad de producción de alimentos, es por ello que estos se deben de importar, señaló que existe un problema de productividad, debido a que el área de siembra de alimentos básicos en esta nación no es considerable.
El sociólogo agrega que si bien el gobierno aplica programas como Hambre Cero y Usura Cero, todavía no logran su objetivo de ser, pues tienen relación a campañas de propagandas y son enfocadas en zonas donde no se contaba con la capacidad de avanzar desde su propia cuenta, lo que traducido es la dependencia a lo que el gobierno entrega.