Un estudio de casi 30 décadas, basado en big data, sobre los cambios en las poblaciones de aves acuáticas a nivel mundial ha desvelado que una gobernanza ineficaz es el mejor predictor de la disminución en el número de especies, más que el crecimiento económico, el cambio climático o el aumento de la población humana. El trabajo, publicado hoy en ‘Nature’, tiene claras implicaciones a la hora de elaborar políticas y programas de conservación.
Los investigadores apuntan que las áreas protegidas mantienen la biodiversidad solo cuando están situadas en países que son razonablemente estables a nivel político y con estructuras legales y sociales sólidas.
En la investigación, dirigida por Tatsuya Amano de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y participada, entre otras, por la oficina de Wetlands International en Argentina, se ha analizado el estado de las especies de aves acuáticas desde 1990 como referente para las tendencias de la biodiversidad.
La investigación analizó la evolución de estas especies entre 1990 y 2013 como un referente para las tendencias de la biodiversidad, ya que sus hábitats húmedos se encuentran entre los más diversos y también entre los más amenazados de la Tierra. Se examinaron más de 2’4 millones de registros anuales de 461 especies de aves acuáticas pertenecientes a casi 26.000 censos realizados en todo el mundo.
Entre ellos, el censo global anual de Wetlands International, que ha involucrado a más de 15.000 voluntarios en los últimos 50 años, o el recuento anual de aves de la National Audubon Society, que data de 1900.
El equipo modeló los cambios en las especies en las distintas naciones y regiones recogidos en estos y otros censos y los comparó con los indicadores mundiales de gobernabilidad que miden, entre otros, las tasas de violencia, el estado de derecho, la corrupción política o el producto interno bruto (PIB).
Se descubrió que el tipo de gobierno es el predictor más fuerte del cambio en la abundancia de estas especies. Así, las aves acuáticas están en declive en lugares donde la gobernanza es, en promedio, menos efectiva: Asia occidental y central, África subsahariana y América del Sur.
“Nuestro estudio muestra que el monitoreo de aves acuáticas puede proporcionar lecciones útiles sobre lo que debemos hacer para detener la pérdida de biodiversidad”, señala Szabolcs Nagy, coordinador del censo de aves acuáticas de África y Eurasia en Wetlands International. “La gobernanza ineficaz a menudo se asocia con la falta de aplicación e inversión ambiental, lo que lleva a la pérdida de hábitat”, agrega Amano.
El estudio también reveló una relación entre la velocidad en el crecimiento del PIB y la biodiversidad: cuanto más rápido crecía el PIB per cápita, mayor era la disminución de las especies de aves acuáticas.
América del Sur, la región más afectada
La región más afectada por la pérdida de biodiversidad en este estudio fue América del Sur, con un declive anual del 0’95 por ciento, que equivale a un declive del 21 por ciento en los últimos 25 años. No obstante, también se ha observado una pérdida severa de especies en las áreas del interior de Asia occidental y central.
Los investigadores consideran que la mala gestión del agua y la construcción de presas en algunas zonas de Asia y América del Sur ha causado que se sequen humedales en países como Irán y Argentina, incluso en áreas designadas como protegidas.
“Aunque la cobertura global de las áreas protegidas continúa aumentando, nuestros hallazgos sugieren que una gobernanza ineficaz podría socavar los beneficios de estos esfuerzos de conservación de la biodiversidad”, apunta Tatsuya Amano, quien añade que “la gobernabilidad y la estabilidad política tiene que ser una consideración vital cuando se desarrollen políticas y programas ambientales futuros”.
En el estudio han colaborado, además de la Universidad de Cambridge y Wetlands International en Argentina, la Universidad de Bath (Reino Unido), la Universidad de Debrecen (Hungría), la Universidad Santa Clara (Estados Unidos), la Sociedad Nacional Audubon (Estados Unidos) y la oficina de Wetlands International en Holanda.