El desabastecimiento del agua es un problema a resolver con ideas humanistas y con técnicas adecuadas. No es, un simple inconveniente que trastorna la realidad del vecindario y las ciudades.
“La contaminación subterránea en Managua es ofensiva y hay que frenarla” dijo con preocupación el licenciado Carlos Rivas Leclair, director del Centro de Investigación de Ecosistemas Acuáticos (Cidea). “La afectación del cuerpo acuífero es tan grande, que hay emprender con decisión y respuesta integral”, reclamó.
Leclair analiza que en las bahías de los estacionamientos hay que sembrar árboles con piedra pome para fortalecer el manto acuífero. “Es sencillo pero es una solución práctica y con respuesta de restitución inmediata”, agregó.
Adelantó que el Centro de Managua está infertilizado. Ejemplo, no se debe sembrar grama artificial en los parques o recreativos. Otro aspecto que daña el paisaje es la tala de árboles en las zonas más frondosas de la capital, agregó.
Y no menos importante señaló el estudioso es la contaminación visual, refiriéndose a la inmensa cantidad de rótulos sobre carreteras, principalmente, la que conduce a Masaya, pues, es ya imposible poder apreciar el atractivo del Lago Xolotlán y otros paraderos de referencia urbana.