El desplazamiento medio estuvo en torno a 10,5 centímetros por año durante el siglo pasado y los científicos creen que el proceso puede estar acelerándose
Durante el siglo XX, el eje de rotación de la Tierra acumuló un desplazamiento de más de 10 metros, según ha establecido un grupo de científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JLP, por sus siglas en inglés). Los investigadores destacan el deshielo de Groenlandia entre las causas de dicha inclinación, pero admiten que también hay otras dos muy relevantes.
El proceso denominado ‘rebote glacial’ es una “explicación tradicional” del desplazamiento polar secular, dijo el líder del equipo, Surendra Adhikari, cuyas palabras recoge el sitio web Earth Sky. Sin embargo, se le puede atribuir solo cerca de la tercera parte del movimiento del eje producido en el siglo pasado.
Otro factor es la convección del manto: la capa terrestre situada por debajo de la corteza. A este proceso se debe el “movimiento de masas a largo plazo”, el cual es un “mecanismo clave” para impulsar la migración del eje.
Mientras tanto, la pérdida de masa de los glaciares de Groenlandia y, en general, el derretimiento de la criosfera global es especialmente actual para las décadas marcadas por el cambio climático. El grupo estima que este factor aún va a acelerar en el futuro próximo el desvío, que durante en el siglo pasado se produjo a una velocidad media de 10,5 centímetros por año.
Se trata de un “efecto geométrico” de la redistribución de masas, sostuvo en un comentario otro miembro del equipo, Erik Ivins. “Si tienes una masa que está a 45 grados del Polo Norte —que es Groenlandia— o del Polo Sur (como los glaciares patagónicos), tendrá un mayor impacto en el eje de rotación de la Tierra que una masa que está justo cerca del polo”, explicó.
Las tres causas principales han sido identificadas gracias a una simulación interactiva del movimiento polar, que es fruto de una combinación de 283 modelos de distintos procesos criosféricos, hidrológicos, oceánicos y sismogénicos en la Tierra. Un resumen del artículo científico, que la revista Earth and Planetary Science Letters va a publicar en noviembre próximo, detalla que son modelos sofisticados que aparecieron recientemente y reconstruyen las placas tectónicas, junto con modelos del geoide y tomografía sísmica.