Este año 2018 se cumplen 20 años del fatídico ingreso del Huracán Mitch al territorio Centroamericano.
Los nicaragüenses con mucha tristeza y dolor recuerdan el paso devastador del huracán Mitch, ocurrido en el mes de Octubre de 1998 en el que murieron más de 11 mil personas y dejó varios miles de desaparecidos en Centroamérica.
Según los reportes periodísticos de la época este mortal fenómeno inició como una onda Tropical al oeste del Mar Caribe y luego se convirtió en Huracán categoría 5 en la escala Saffir Simpson.
Debido a su lento movimiento entre el 29 de octubre y el 3 de noviembre, el Mitch dejó históricas precipitaciones en Honduras y Nicaragua.
El huracán Mitch fue uno de los ciclones tropicales más poderosos y mortales que se han visto en la era moderna, teniendo una velocidad máxima de vientos sostenidos de 290 km/h.
El 21 de octubre de 1998 se informó la formación de una tormenta tropical denominada Mitch que se hallaba aproximadamente a 580 km al sur de Jamaica. En sólo 48 horas se convirtió en huracán y pasó a la categoría V (escala internacional Saffir–Simpson).
Mitch pasó por América Central del 22 de octubre al 5 de noviembre en la temporada de huracanes en el Atlántico de 1998. También causó miles de millones de dólares en pérdidas materiales.
El Mitch es considerado el segundo huracán más destructivo del Caribe, pues se contabilizan cerca de 11 mil personas muertas y 5 mil millones de dólares en daños a la infraestructura de los países por donde hizo estragos.
El 30 de octubre, en nuestro país, las lluvias provocaron el deslave de lodo del volcán Casita, en el municipio de Posoltega, departamento de Chinandega; donde murieron alrededor de 2 mil personas.
En Nicaragua, dos millones de ciudadanos, fueron afectados directamente por el huracán.
En Nicaragua el huracán Mitch fue especialmente violento y cruel. Las pérdidas directas en este país fueron estimadas en más de 1.262 millones de dólares, sin contar las pérdidas indirectas sobre los flujos de producción, ni las pérdidas sobre los indicadores y comportamientos económicos, ni el impacto ecológico.
A lo largo del país, las lluvias dejaron 17,600 casas dañadas y destruyeron 23 900, desplazando 368 300 personas. 16 340 escuelas y 90 centros de salud fueron afectados severamente o destruidos.
Sin embargo, las cifras económicas no ayudan a comprender el sufrimiento individual y colectivo del pueblo nicaragüense: 2.515 muertos, 885 desaparecidos, 867.752 damnificados y más de 36.368 viviendas afectadas.
Las lluvias dejaron al 70% de las carreteras inutilizables y dañaron o destruyeron 71 puentes. Cerca de 2700 km de carreteras o caminos necesitaron reparaciones luego de la tormenta, especialmente en la región norte del país y en porciones de la Carretera Panamericana .
Las pérdidas en la agricultura también fueron significativas, incluyendo la muerte de 50 000 animales, la mayoría reses. Los cultivos y la pesca fueron afectados también.
Las muertes ocasionadas por las catastróficas inundaciones lo hicieron el segundo huracán más mortífero del Atlántico, cerca de 11 000 personas murieron y alrededor de 8 000 permanecían desaparecidas a finales de 1998.
Las inundaciones causaron daños extremos, estimados en 5 mil millones de dólares (en 1998, equivalentes a 6 mil millones de USD en 2006).
Debido a la destrucción causada por el huracán en el Norte y Centroamérica, el nombre Mitch fue retirado en la primavera de 1999 y fue remplazado por Matthew en la Temporada de 2004, el cual también dejó destrucción y muertes.