LA JORNADA

Sudamérica: de cómo las plantas de concreto son cada vez más necesarias

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Las décadas de 1950 y 1960 son conocidas en muchos países sudamericanos como las décadas del concreto armado. La afición convertida en adicción de los presidentes sudamericanos de la época a las construcciones de carácter monumental concebidas a partir de la técnica cementera y del hormigón se ha convertido en el mayor legado de aquellas épocas. Al día de hoy, muchas de aquellas edificaciones se mantienen en pie y en un estado intacto si se le compara con los estados originales, cuando las obras recién se entregaban.

La historia anterior sirve como punto de partida para saber que las técnicas de construcción y de concepción de proyectos industriales en todo el continente no es una situación aislada, sino que es una tradición con más de cinco décadas de experiencia, al menos en la rama de la construcción y el diseño de proyectos. Sin embargo, hasta estos días, se echa en falta la carencia de un fabricante de plantas de concreto para Sud América. Más allá de las esporádicas centrales de hormigón en las grandes capitales industriales, y de inusuales mezcladoras de concreto a destajo, la infraestructura necesaria para dar cabida a proyectos de plantas de concreto sigue siendo una de las grandes deudas en el cono sur del continente americano, desde el mismo tiempo del boom del hormigón, tal vez.

La industria cementera latinoamericana

Como se señalaba anteriormente, existe una vasta tradición en la industria del cemento en toda Latinoamérica. Las industrias mexicanas han dominado al continente americano, en los países de lengua hispana. Ya en un contexto sudamericano, las industrias brasileñas han sido las más importantes y con mayor trascendencia internacional en el sector de fabricación de cemento.
Tras la llegada del nuevo milenio, países como Venezuela, Colombia y Perú desarrollaron el potencial de sus industrias del cemento, pero siempre encaminándose en el sector de sus vecinos Brasil, y México. La lógica de este movimiento industrial era independizarse de la necesidad de adquirir cemento a brasileños y aztecas. No obstante, esto trajo problemas aún más acentuados que no se han resuelto. Y que se resumiría en la siguiente frase.

Grandes productores, pocos especialistas

La industria del cemento ha tenido un desarrollo monumental en Sudamérica. Países como Ecuador y Chile, aparte de Argentina, han desarrollado sus propias fábricas de cemento, y han llegado a competir con los gigantes del sector.

A pesar de esos esfuerzos, el sector especializado de la construcción de plantas de hormigón ha quedado sin una empresa líder. Aunque existen esfuerzos emprendedores en algunos países, los resultados se ven a la luz de los hechos, y los desarrollos en la ingeniería y la construcción no están siendo cónsonos con los desarrollos en las fábricas de cemento, donde la mayoría de los países sudamericanos ya tienen al menos una cementera. Esto, sin duda, hace voltear el rostro hacia una nueva necesidad que va surgiendo con firmeza.

La necesidad de la fabricación de plantas de concreto

En las plantas de concreto, también llamadas plantas de hormigón, se llevan a cabo las labores de preparación y compactación del cemento y el hormigón para ser llevados a sus destinos finales, o para ser mezclados en los famosos camiones con trompos giratorios o mezcladoras.

Algunos proyectos en el continente, donde las distancias son largas, salvo contadas excepciones, hacen imprescindible la existencia de plantas de concreto que permitan tener a la mano a la “materia prima” de las construcciones de alto nivel y durabilidad. En algunos casos puntuales, los camiones de mezclado deben recorrer distancias equivalentes a 10 o 12 horas de recorrido para llegar de una planta de hormigón hasta el sitio donde se está desarrollando el proyecto. Esto, producto de la inexistencia de empresas capaces de brindar soluciones en plantas fijas o móviles de concreto.

Rometa S.A.: centrales transportables y centrales de hormigón fijas

La empresa catalana Rometa S.A., fundada en la década de 1950, es una empresa especializada en la construcción de plantas de concreto. Aunque sus labores se destacan en otras ramas del prefabricado, ha apostado con fuerza en la resolución de los problemas de las plantas de concreto en Sudamérica.

A sabiendas de que las situaciones de un proyecto pueden variar, y que las distancias pueden verse afectadas, Rometa lleva trabajando en 4 continentes desde hace más de 25 años, combinando la experiencia con la más alta tecnología. Una de las ventajas de esta empresa es la realización de proyectos de acuerdo a la magnitud de lo que el cliente desea, el lugar y el acceso a este, así como determinadas variables que sólo un equipo experimentado sería capaz de considerar.
La experiencia en el ramo le avalan

Con su sede principal en Ronda de les Conques, Barcelona, la especialista en plantas de hormigón ha mostrado estar a la altura de los más altos compromisos en proyectos internacionales, desde la India hasta la Argentina, compitiendo en el sector junto a las mayores empresas del ramo.

Un personal que asegura los resultados se combina con un sistema informático de calidad inigualable con la que un constructor nuevo, al segundo día de asesoramiento gratuito por parte de la empresa, puede ser capaz de personalizar y programar todos los preparados y mezclados de una planta central de hormigón, sin mayores complicaciones. A diferencia de otras empresas similares, los equipos utilizados por Rometa tienen características de auto-diagnóstico, por lo que emitirá alertas de potenciales problemas antes de que surjan, para que su proyecto nunca sufra atascos innecesarios por culpa de las maquinarias.

Principales soluciones al mercado sudamericano

La solución que ofrece Rometa al mercado sudamericano es la supresión de las grandes distancias. Alejados de las grandes capitales de los países latinos, hay muchos proyectos esperando por “concretarse”. La mayoría de estos, se ven afectados en calidad y en tiempos de entrega por motivos de distancias.

Los sistemas de plantas móviles de hormigón de Rometa incorporan diseños para centrales de dosificado, mezclado, y hasta grandes plantas combinadas con sistemas de by-pass. Su bajo costo, y su alto retorno de la inversión, se suman a la asesoría personalizada que brinda la empresa para que el proyecto quede en buenas manos. En Rometa S.A., no venden productos. Ofrecen soluciones.

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