En su discurso, que fue pregrabado, informó que Chile está impulsando un tratado “sobre preparación y esfuerzos para futuras pandemias”, a partir de la experiencia para enfrentar al covid-19
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, intervino en el 76° Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.
En su discurso, que fue pregrabado, el mandatario chileno comenzó hablando sobre la pandemia del coronavirus, que terminó asociando con las democracias en Latinoamérica.
Al respecto, dijo que en la región, “además de razones endémicas, como el bajo crecimiento, la persistencia de las desigualdad y la corrupción, la ineficiencia del Estado y la pobreza extendida, se suma la pandemia del coronavirus y otras enfermedades igual de tóxicas y letales para las sociedades democráticas y amantes de la libertad, como el virus del populismo, el cáncer de la polarización y la peste de la fragmentación política”.
Sobre esa “fragmentación política”, el gobernante de derecha dijo que se trata de “una tendencia hacia una política de identidades y causas individuales o de pequeños grupos, y que hace imposible articular y procesar las diferentes demandas sociales, y dificulta, sin duda, la gobernabilidad”.
Acerca de lo que denominó “virus del populismo”, dijo que “opera prometiendo soluciones superficiales y fantasiosas, que sabe que no puede cumplir”.
Sin especificar a ningún país ni a ningún gobierno, Piñera dijo que en la región “ha surgido una nueva forma de amenaza a la democracia”, que, mencionó, es muy diferente a la que se vivieron en décadas pasadas, cuando “acciones militares o subversivas” arrebataban el poder a las autoridades legítimas.
“Hoy la principal amenaza proviene de gobiernos electos democráticamente, es decir, con legitimidad de origen, que maniobran para eternizarse en el poder, avasallan la independencia de los otros poderes del Estado, cooptan los órganos encargados de súpervigilar los procesos electorales y muchas veces aplastan a los opositores”, enfatizó.
El estallido social en Chile
El mandatario chileno también habló sobre el estallido social que se registró en su país en 2019. Al respecto, dijo que esas manifestaciones incorporaron “legítimas demandas sociales de la ciudadanía”; pero aseguró que también tuvieron “una ola de violencia inusitada e inaceptable”.
No obstante, omitió en su discurso la represión que las fuerzas de seguridad realizaron contra los manifestantes, que dejaron muertos, heridos y una gran cantidad de personas que aún enfrentan procesos judiciales por participar de las protestas.
Comentó, más bien, que “Chile fue capaz de encausar ese estallido social y sus legítimas demandas a través de un proceso pacífico, institucional y democrático”.
Recordó que, finalmente, se llevó a cabo un plebiscito que permitió la instalación de una Convención Constitucional, que redacta una nueva carta magna para el país, para sustituir la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
“La mayoría de los chilenos esperamos que esta Convención proponga el texto de una nueva Constitución mejorando y corrigiendo todo aquello que debe ser enmendado, pero también incorporando mayor equidad y justicia social, proteja nuestras libertades, recoja nuestra tradición republicana y recoja los valores de nuestra sociedad”, comentó.
“Sacar lecciones”
Acerca de la crisis generada por el coronavirus, informó que Chile está impulsando un tratado “sobre preparación y respuestas para futuras pandemias”, a partir de la experiencia para enfrentar al covid-19.
“Nadie puede asegurar que estas pandemias no se repetirán, pero sí tenemos que asegurar hoy que cuando ello ocurra estaremos mejor preparados”, señaló.
Indicó que el objetivo es evitar lo ocurrido con la pandemia del coronavirus, que tomó al mundo “por sorpresa”, sin mecanismos de alerta temprana, sin sistemas para compartir y coordinar la información y con sistema de salud frágiles.
“La pandemia nos mostró que cuando se desatan las fuerzas de la innovación, la tecnología y la creatividad podemos alcanzar logros insospechados”, manifestó, haciendo referencia a la obtención de la vacuna para atacar el virus en un lapso de 10 meses, algo que calificó como “un gran triunfo de la ciencia”.
No obstante, dijo, ese triunfo, contrasta con el “fracaso de la política” en el manejo de la pandemia, del cual señaló, “debemos sacar lecciones”.
Comentó que mientras en la ciencia prevaleció la cooperación, la información compartida y el trabajo en equipo, en la política reinó el individualismo, la reserva y los esfuerzos aislados.