La popularidad del presidente de Estados Unidos ha vuelto a bajar entre los votantes, indican ayer miércoles dos nuevas encuestas de la Universidad Quinnipiac y Gallup.
La aprobación a la labor de Trump en la Casa Blanca había mejorado levemente el mes pasado cuando ordenó un ataque de misiles contra Siria por el presunto uso de armas químicas del gobierno sirio contra sus propios civiles.
Según la encuesta de Quinnipiac, Trump está muy cerca de lograr un récord negativo a su labor.
Solo un 36 por ciento de los entrevistados aprobó su gestión en este momento, más de tres meses después de haber asumido el cargo; un 58 por ciento la rechaza.
El pasado 19 de abril, las cifras fueron de 40 por ciento de aprobación y 56 por ciento desfavorables.
Gallup, cuyas cifras están basadas en un promedio de tres días de sondeos registra 53 por ciento de rechazo a la labor de Trump y 40 por ciento de aprobación. Hace un mes, el estudio revelaba un 50 por ciento de rechazo frente a un 43 por ciento de aprobación.
La encuesta de Quinnipiac muestra que Trump está perdiendo popularidad entre algunos de sus más fervientes seguidores, votantes blancos sin estudios universitarios y hombres blancos.
La mayor desaprobación a la gestión presidencial se registró entre los electores blancos sin estudios superiores, de los cuales solo 47% aprueba la labor del nuevo presidente, comparado con 57 por ciento en abril.
El sondeo indicó también que por amplio margen los votantes siguen pensando que Trump es una persona fuerte e inteligente, pero en márgenes igualmente significativos no creen que es honesto, ni tiene buenas cualidades de liderazgo, no le importa el ciudadano promedio, no es sensato y no comparte sus valores.
“No hay manera de dar la vuelta a los números o tratar de adornarlos”, dijo el encuestador de Quinnipia,c Tim Maloy. “La reducción de hombres blancos, votantes blancos sin estudios universitarios y votantes independientes; la declaración de votantes de que los primeros 100 días del presidente Trump fueron mayormente un fracaso y las profundas preocupaciones sobre la honestidad, la inteligencia y la sensatez de Trump son señales de advertencia que la administración sencillamente no puede ignorar”.