La publicación se viralizó en medio de tensiones entre Texas y el Gobierno federal de EE.UU. por la diferente política migratoria
En medio de tensiones entre Texas y el Gobierno federal de EE.UU., en las redes sociales se viralizó una publicación del exmandatario ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dmitri Medvédev, en 2022, donde predijo “una guerra civil ” en EE.UU.
A finales de 2022, Medvédev formuló de forma irónica sus predicciones para el año siguiente. Una de ellas rezaba que “una guerra civil estallará en EE.UU.”. “California y Texas se convertirán en estados independientes como resultado. Texas y México formarán un estado aliado. Elon Musk ganará las elecciones presidenciales en una serie de estados que, tras el fin de la guerra civil, serán entregados al Partido Republicano”, escribió entonces el político en Twitter (ahora X).
Actualmente, la vieja publicación volvió a difundirse y numerosos usuarios la comparten, sosteniendo que Medvédev tenía razón.
Tensiones por la política migratoria
Los hechos tienen lugar mientras el estado de Texas y el Gobierno federal de EE.UU. se convirtieron en las partes de una escalada de tensiones en la frontera con México por la diferente política migratoria aplicada por las autoridades estatales republicanas y federales demócratas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, defendió este miércoles en un comunicado el derecho de su estado a defender sus fronteras de la “invasión”, que supone la inmigración ilegal, mediante la Guardia Nacional de Texas y el personal del Departamento de Seguridad Pública del estado. La posición de Texas ha sido apoyada, de momento, por los gobernadores de 25 estados.
El comunicado de Abbott fue publicado luego de que la Corte Suprema de EE.UU. fallara este lunes a favor del Gobierno federal para que pueda retirar el alambre de púas que las autoridades de Texas colocaron a lo largo de la orilla del río Bravo, cerca de la ciudad fronteriza de Eagle Pass, para frenar la inmigración. Texas no está de acuerdo con el fallo y los militares del estado declararon que seguirán controlando la frontera con México y no permitirán que el alambre sea retirado.