Panamá se alista para recibir al secretario de Estado, Marco Rubio, en medio de tensión tras los dichos del presidente Trump sobre retomar el Canal de Panamá. La gira se extenderá por Centroamérica donde temas como narcotráfico e inmigración imperan. Analistas ven esfuerzos por suavizar asperezas.
Washington — Tomás Guevara – Por primera vez en una administración estadounidense, la política del Departamento de Estado comienza por América Latina, con la visita la próxima semana del secretario Marco Rubio, de ascendencia hispana, en representación de Washington.
La gira a Panamá y otros países de Centroamérica es vista por los analistas como un esfuerzo del jefe de la diplomacia estadounidense de suavizar las asperezas con las que inicia la administración Trump, el país centroamericano y sus vecinos.
El presidente Donald Trump dijo en su investidura que “vamos a recuperar” el canal interoceánico, luego de explicar en su discurso inaugural que se entregó “tontamente” al país centroamericano, lo que de inmediato despertó una ola de respuestas de Panamá y quejas formales ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En Washington, el analista Michael Shifter, experto en América Latina y profesor de ciencias políticas en Georgetown University, le dijo a la Voz de América que no hay duda de que el primer viaje del secretario Rubio a la región responde a “buscar una negociación con el gobierno panameño para calmar las aguas”, y que en la mesa podrían abordar asuntos como tarifas y limitar la influencia de China en las entradas del canal.
“Nadie esperaba que Panamá iba a ser el destino del primer viaje de Marco Rubio como secretario de Estado. Pero la retórica agresiva y amenazas del presidente Trump para retomar el control del canal ha elevado el tema y ha generado una fuerte reacción en Panamá, un buen aliado de Estados Unidos”, dijo, por lo que la visita no puede verse lejos de esa óptica.
Desde El Salvador, país que también visitará el secretario Rubio durante su paso por la región, el analista Napoleón Campos, experto en integración centroamericana, comentó a VOA que la llegada del secretario Rubio se enfoca en las contradicciones con las que inicia la gestión Trump hacia Centroamérica.
En su primer mandato, el presidente republicano apostó por la cooperación con la región para frenar la inmigración irregular, pero al estrenar su segundo término alterno, el tema panameño ha saltado a primer plano y la migración que sigue siendo un punto crítico para ese país y para el resto de Centroamérica, temas con los que el secretario Rubio deberá batallar.
“En su conjunto, la visita del secretario de Estado está marcada por las contradicciones de la segunda administración Trump tanto en política doméstica como exterior”, explicó Campos.
Y agregó que la “amenaza” de recuperar el Canal de Panamá, anunciada antes de llegar al cargo y reafirmada “en el propio discurso de asunción el 20 de enero”, muestra a todas luces un claro desafío a la Carta de la ONU y “un peligro de quebrantamiento de la paz en la región, pues los Tratados Torrijos-Carter fueron incorporados al Derecho Internacional”, opinó.
Shifter agregó que la visita de Rubio terminará por mostrar la “eficacia y responsabilidad” con que Panamá ha manejado el canal desde 1999 que pasó a su completo dominio.
Además, el secretario Rubio llega a un país bastante unificado en cuanto al tema, pues el presidente José Raúl Mulino ha movido piezas bastante rápido y “convocado a expresidentes y los líderes del país para forjar una posición unida”, dijo.
Con eso a la vista, el analista Michael Shifter vaticinó que en los próximos días, al transcurrir la gira de Rubio, “el resultado del viaje podría hacer más visible y público lo que Panamá ya está haciendo en su manejo del canal”.
La sombra china en Centroamérica
Para el experto en desarrollo de Centroamérica, Manuel Orozco, en el centro de análisis Diálogo Interamericano, en Washington, el recorrido que hará Rubio por Costa Rica, Guatemala, El Salvador y República Dominicana, después de Panamá, refleja también “las prioridades de la política exterior de la administración Trump hacia el hemisferio”, donde la migración sigue en primera posición, pero no podemos olvidar a China en un ángulo más abierto.
“No está claro cuál es la meta real”, apuntó Orozco, si lidiar con todo lo que también “representa China en la región, geopolíticamente, comercialmente y en inversión”, explicó a la VOA.
Por lo que entre líneas ve una visita marcada por varios aspectos que hasta podría incluir “abordar las consecuencias del abuso del ‘orden mundial liberal’ de parte de dictaduras, crimen organizado”, entre otras falencias en la región, opinó.
“El mensaje es claro: hacerle saber a los socios regionales que contener la migración es prioridad, y esperar la cooperación de los países. Dentro de la temática está la influencia perniciosa de China en la región y cómo contenerla, creo que el mensaje común será sobre migración y China, aunque los temas de conversación por separado abordarán las circunstancias específicas de cada país”, puntualizó.
Disputa de titanes
El abogado panameño, Alonso Illueca, experto en Relaciones Internacionales dijo a la VOA que si bien no hay completa claridad sobre los objetivos de la visita del secretario Rubio, esta llega en medio de “incertidumbre” por las que considera “amenazas en contra de la integridad territorial por parte de uno los aliados más antiguos” de Panamá.
Pero consideró que la visita ayudará a despejar dudas en el pueblo panameño sobre las intenciones reales manifestadas por el presidente Trump de “recuperar” el canal.
Aunque los panemeños seguirán muy de cerca otro acontecimiento en Washington, –dijo-, el 28 de enero el Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado estadounidense sostendrá una audiencia sobre “Tarifas e influencia extranjera: examinando el Canal de Panamá y su impacto en el comercio y la seguridad nacional de Estados Unidos”, que será muy determinante.