Los países del bloque importan una media anual de 4.070 toneladas de ancas de rana y Francia es el mayor consumidor
Un grupo internacional de científicos envió el pasado 1 de marzo una carta al presidente francés, Emmanuel Macron, en la que le pidieron que “tome medidas” para controlar el comercio de ancas de rana en la Unión Europea (UE).
La carta, firmada por 557 investigadores, veterinarios y expertos ambientales, alerta que, debido a su intensa caza, algunas especies y poblaciones de ranas importadas desde Indonesia, Turquía, Albania y Vietnam “experimentan disminuciones significativas”, lo que afecta “el funcionamiento de los ecosistemas”.
“Por ejemplo, las ranas controlan los parásitos, incluidos los que pueden afectar a la salud de las poblaciones humanas”, señalan los expertos. A su vez, destacan que la UE importa una media anual de 4.070 toneladas de ancas de rana, lo que equivale a entre 80 y 200 millones de ranas, siendo Francia el mayor consumidor.
En este sentido, a propósito de la próxima Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), que se celebrará en 2025, instaron al país galo a elaborar propuestas para incluir en la lista de especies amenazadas a aquellas poblaciones de ranas afectadas con el fin de “preparar una base política y formal para los debates sobre las restricciones al comercio internacional para garantizar el seguimiento, la regulación y, por tanto, la sostenibilidad del comercio de ancas de rana”.
“Las poblaciones de ranas originarias de Francia y de la UE están protegidas de la explotación comercial; la UE no debería seguir permitiendo la sobreexplotación de las especies y poblaciones de ranas en los principales países proveedores”, manifestaron los firmantes.