En la clausura de la exposición “El Cerebro y las enfermedades neurodegenerativas”, los investigadores adelantaron parte de sus descubrimientos, próximos a publicarse
Durante la conferencia de clausura de la exposición “El cerebro y las enfermedades neurodegenerativas”, José Luna Muñoz, coordinador Banco Nacional de Cerebros (BNC), sostuvo que en análisis realizados a una serie de encéfalos de ambos géneros, los de las mujeres presentan más rastros de alzheimer, en comparación con los de hombres.
La investigación realizada por Iliana Atenas Figueroa Ávila y Berenice Dionisio de la Cruz, estudiantes que realizan su estancia de titulación en el BNC, analizó 82 cerebros, en los que descubrieron que las mujeres desarrollaron en el hipocampo lesiones del tipo de alzheimer o “marañas neurofibrilares” a edades más avanzadas, alrededor de los 60 años, mientras que los hombres las presentan a partir de los 40.
“La observaciones muestran que la tendencia en lesiones neuronales en el hipocampo de tipo alzheimer se presenta más en mujeres que en hombres”, explicó Luna Muñoz. Los encéfalos analizados no reportaba alteraciones de memoria en sus historias clínicas −la muerte se presentó por otras causas−, y no había alteración cerebral asociadas a demencia. Ahora falta ahondar más en el estudio del procesamiento molecular de estas lesiones neurofibrilares y asociarlos con posibles factores de riesgo.
Los cerebros analizados en el estudio iban de 20 a 86 años y se encontró que 40 por ciento de los casos sí tenían marañas neurofibrilares, lesión característica de la enfermedad de Alzheimer, relacionadas con la muerte neuronal, entonces se dieron cuenta que hay más prevalencia en las mujeres de estas lesiones y se presentan alrededor de 60 años. Mientras que en los hombres es menos frecuente pero se presenta alrededor de los 40 años.
“Algo que nos sorprendió mucho es que pudimos observar una gran acumulación de estas marañas neurofibrilares en cerebros de personas desde los 24 años e indica el inició del desarrollo de las lesiones asociadas con el alzheimer, pero eso depende del estilo de vida del individuo. Lo importante es que se pudo observar que las lesiones empiezan a edades muy tempranas”, explicó Luna Muñoz, quien promueve la exposición itinerante donde se informa a la población sobre la importancia de las enfermedades neurodegenerativas.
La exposición “El cerebro y las enfermedades neurodegenerativas” se presentó de febrero a marzo de 2017 en Centro Cultural del México Contemporáneo, ubicado en el Centro de la Ciudad de México, y se trata de una iniciativa de comunicación impulsada por el Cinvestav, con apoyo del Conacyt, que tiene como objetivo difundir el trabajo científico de los investigadores mexicanos sobre padecimientos como alzheimer, parkinson y huntington, que se asocian con el envejecimiento, además de la enfermedad por priones.
Con muestras de tejidos cerebrales conservados en formaldehído y con la técnica de plastinación, infografías, fotografías, videos, audios, objetos en 3D y artículos de investigación publicados en revistas especializadas, la exposición muestra el trabajo de científico que realizan instituciones como el Cinvestav, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y la UNAM en torno a estos padecimientos.
En colaboración con instituciones como Alzheimer México, Asociación Mexicana de Parkinson y Fundación Huntington México, la exhibición muestra el día a día de los enfermos y de su familia para hacer frente a los padecimientos.
A la fecha, la exposición itinerante se ha presentado en siete sedes: Túnel de la Ciencia del Sistema de Transporte Colectivo Metro, los museos de Ciencia El Péndulo de Foucault Concyteq y Chiapas de Ciencia y Tecnología, el Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, la Escuela Nacional de Medicina del IPN y en los municipios de Tlalnepantla y Ecatepec, en colaboración con el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología.
En su recorrido por diferentes partes el país, la exposición ha recibido a casi 130 mil visitantes de forma gratuita, lo que equivale a llenar dos estadios de futbol de la capacidad del Olímpico Universitario.