Entre los factores que podrían influir en la elección de estos materiales para habitar, los investigadores mencionan el peso de los plásticos, la señalización sexual y posibilidad de camuflarse en ambientes contaminados
En un nuevo estudio se descubrió que cangrejos ermitaños o paguros utilizan basura plástica u otros materiales antropogénicos a modo de caparazón artificial protector. Este comportamiento novedoso tiene lugar en medio del fuerte aumento de la contaminación en los océanos del mundo.
En la investigación, difundida por la revista Science of The Total Environment, científicos de la Universidad de Varsovia (Polonia) analizaron alrededor de 29.000 imágenes de cangrejos ermitaños publicadas tanto en redes sociales como en diversos sitios de Internet.
Los investigadores encontraron 386 crustáceos de la familia de ‘Coenobitidae’ que forman una coraza de desechos para protegerse. Aproximadamente el 85 % de ellos, vive en tapas de plástico, mientras que los demás lo hacen en restos de metal o vidrio. Los de río incluso moran en casquillos de bombillas eléctricas.
Así, los especialistas estiman que 10 de las 16 especies de cangrejos ermitaños terrestres utilizan desechos plásticos como refugio. Esta práctica se observa en todas las regiones tropicales, desde África hasta Centroamérica.
Los paguros, aunque tienen exoesqueleto y caparazón quitinoso, son bastante blandos y se hallan indefensos. Sin embargo, no gastan energía en hacer crecer su propia protección, sino que habitan en los caparazones que van dejando otros crustáceos. Actualmente, con el aumento de los residuos en los océanos de nuestro planeta, están empezando a elegir hogares ‘alternativos’.
“Los cangrejos ermitaños necesitan proteger su abdomen blando. Por lo general, lo hacen escondiéndose en los caparazones que dejan los crustáceos muertos. Un escondite así no alcanza para toda la vida debido al crecimiento de tamaño del cangrejo, pero también a la competencia intraespecie”, explicó en el sitio de la universidad Marta Szulkin, coautora del estudio.
Según los investigadores, es posible que elijan los desechos plásticos para habitar por varias razones, como el peso, la señalización sexual y la posibilidad de camuflarse en ambientes contaminados.
Además, con futuras investigaciones esperan determinar las causas de este comportamiento y su impacto en la evolución de la especie.