Escuche el siguiente audio: un pequeño de siete años llama a un programa de radio para hablar con los conductores. Entre varias preguntas sobre política venezolana, que el chico no alcanza a comprender, una de las locutoras le dice que es un “niño gay” porque quiere ser futbolista como el delantero del Real Madrid, Cristiano Ronaldo. Nadie se alama y solo hay risas en estudio de la emisora.
Esta escena, que ocurrió en Venezuela, el pasado 18 de septiembre, durante la transmisión del programa ‘Calma Pueblo’, de la emisora 107.3 FM, con sede principal en Caracas, provocó que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones venezolana (Conatel) abriera un procedimiento administrativo contra esa compañía radial, según AVN.
Conatel sacó el programa del aire por su presunta violación de la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos (Resorteme) y de sus artículo 6, 7, 27, 28 y 29, que se refieren a restricciones sobre tipo de horario para la transmisión de ciertos contenidos que pudieran vulnerar a la población infantil y sobre la prohibición de difusión de contenidos que “promuevan el odio y la intolerancia por razones religiosas, políticas, por diferencia de género, por racismo o xenofobia”.
Durante la conversación, de unos tres minutos, que sostienen con el niño los conductores del programa Verónica Gómez, José Rafael Guzmán y Manuel Silva, es la mujer la que más carga contra él. Le hace preguntas sobre política y se mofa por su hipotética orientación sexual.
Verónica, que según su biografía de Twitter es una locutora que pertenece a la fundación privada Doctor Yaso, “cuyo propósito general es aliviar el sufrimiento de niñas y niños pacientes de los hospitales”, al final de la conversación dice con sarcasmo: “Dios ha sido tan sabio en no darme fertilidad”.
La emisora sacó al programa sancionado de la programación publicada en su página web y no ha emitido algún comunicado al respecto.
Preguntas a un niño
La conductora, al hablar sobre los problemas que han tenido algunos venezolanos para surtir sus tanques de gasolina, y que aún no han sido aclarados por la autoridades, le pregunta al chico de siete años: “¿Qué te parece esto a ti viniendo de un país petrolero?”. A lo que el pequeño, por su corta edad, responde que no sabe.
“Ah, perfecto, porque tú no tienes que saber eso”, le dice la mujer en un tono irónico, a lo que uno de los locutores suelta: “Usted es un niño muy inteligente, porque cuando uno no sabe algo, no inventa, porque inventar queda peor”.
El diálogo sigue. Los locutores le preguntan al niño sobre su desayuno, y al no obtener las respuestas que esperaban y que se relacionan con las denuncias hechas por la oposición de una presunta crisis humanitaria en el país, siguen con otros planteamientos.
Las preguntas continúan: “¿Cuál es tu postura política: eres opositor u oficialista?”, dice la conductora, que ante su insistencia hace que uno de sus compañeros le diga que deje tranquilo al infante.
El niño dice que no escuchó una pregunta y la conductora dice: “Perdió la audición el niño”.
Ser como Ronaldo
Manuel, uno de los locutores, para distender la conversación, que se ha encaminado insistentemente por caminos políticos, le pregunta al escucha sobre sus aficiones. El niño explica que le gustan los deportes y en especial el fútbol.
“¿Y quieres ser como Messi o como Ronaldo?”, suelta Verónica.
“Como Ronaldo”, exclama el pequeño, a lo que la mujer con tono agrió dice: “Ah, gay, bueno”.
Ante los comentarios de la joven, uno de los compañeros corta la comunicación con el menor y la locutora reafirma su comentario anterior: “Ah, el niño gay que quiere ser como Ronaldo, vamos a sacarte las cejitas”.
Arden las redes
Si bien la polarización política en Venezuela generalmente causa rechazo de los opositores a las medidas tomadas por el Gobierno, en esta oportunidad los internautas no tuvieron piedad con la conductora de radio que se burló de un pequeño de solo siete años.
En el más reciente tuit de Gómez Pino —publicado el lunes—, que no aludía al tema de las sanciones de Conatel por sus declaraciones, las respuestas no se hicieron esperar.