El presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó hoy que Estados Unidos, en lugar de hacer una política basada en la diplomacia, hace una política para conspirar en contra de otros gobiernos.
“Queremos tener buenas relaciones con Estados Unidos, con todas partes del mundo, pero ellos (EEUU) no hacen diplomacia sino hacen política, preparan conspiraciones en los países”, dijo Morales en el acto de graduación de 150 oficiales de las Fuerzas Armadas de la Escuela de Comando Antiimperialista de Santa Cruz (este).
Morales denunció que el “imperio” usa como pretexto a los terroristas y narcotraficantes, para dominar a una determinada región, y dijo que Bolivia está mejor en la lucha contra las drogas sin la presencia de la norteamericana Administración para Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
A decir del dignatario boliviano, el objetivo de la Escuela Antiimperialista es que las Fuerzas Armadas estén preparadas ideológicamente y físicamente para frenar las agresiones externas.
Según el Mandatario, Estados Unidos utilizó a sus instituciones en Bolivia (DEA y USAID) para confundir a los bolivianos, “pero el pueblo es sabio para defender sus procesos”.
Estados Unidos y Bolivia tienen relaciones distanciadas y carecen de embajadores desde hace ocho años, la diplomacia se ha reducido a nivel de encargados de negocios.
A finales de 2008, el presidente Morales expulsó al representante diplomático estadounidense, Philip Goldberg, y a la DEA, bajo el argumento de que conspiraban en contra de su gobierno.
El entonces mandatario estadounidense, George W. Bush, respondió expulsando al embajador boliviano en Washington, Gustavo Guzmán, y retiró de Bolivia un plan de beneficios arancelarios que favorecía a las exportaciones textiles, principalmente el ATPDEA (Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga).
En noviembre de 2011, Estados Unidos y Bolivia firmaron el Acuerdo Marco, que establece las bases para reanudar las relaciones entre ambas naciones con base en el “respeto mutuo” .
En diciembre del 2014, Bolivia planteó a Estados Unidos una reunión entre los mandatarios Evo Morales y Barack Obama.
Mientras que en enero de 2015, el subsecretario de Estado para la Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de Estados Unidos, Tom Malinowski, ratificó la necesidad de una reunión entre los mandatarios, sin embargo hasta la fecha se mantiene el distanciamiento.
Bolivia y Estados Unidos sostienen una relación bilateral a nivel de encargados de negocios marcada por la controversia y han sido vanos todos los intentos por normalizar los vínculos diplomáticos afectados desde septiembre de 2008.