Es probable que cuando todo ocurrió a Putin no le dio tiempo de organizar el rescate de al-Ásad o ¿será que Rusia esta muy débil?
El pasado domingo, Siria ha iniciado con una nueva etapa marcada por la esperanza e incertidumbre a raíz de la salida del presidente Bashar al-Ásad junto a su familia del país. Esta se mira precipitada por la llegada a Damasco por la coalición rebelde encabezada por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), tras una ofensiva relámpago que les permitió hacerse con las principales ciudades del país en apenas 11 días.
‘Bloomberg’ detalla que Rusia convence a Asad, advirtiéndole de que perdería la lucha contra la coalición rebelde, por lo que les había ofrecido tanto a él como a su familia un salvoconducto si se iban inmediatamente, con el fin de evitar que el presidente corriera la misma suerte que Muamar el Gadafi en Libia.
La fuga, de acuerdo al medio citado, fue orquestada por “agentes de inteligencia rusos”, que sacaron a Asad a través de su base aérea en Siria. De la misma manera, explican que la desaparición del avión de los radares se debe a que apagaron el transpondedor precisamente para evitar ser rastreados, detalla el medio mencionado.
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Las autoridades rusas se han resistido a facilitar entregar mayores detalles sobre los planes de futuro de Al Asad o sobre el papel que pudieron jugar las autoridades rusas en la su huida; sin embargo, ‘Bloomberg’ ha podido arrojar luz sobre el asunto tras contactar con tres fuentes supuestamente conocedoras de la situación, pero que no han querido ser identificadas. De hecho, el medio estadounidense inicia apuntando directamente al Kremlin como responsable de la misma.
Una fuente del Kremlin, asegura a la publicación que el presidente ruso Vladimir Putin, exigió una explicación a la inteligencia rusa sobre por qué las agencias no detectaron la amenaza al régimen de Assad, hasta que fue demasiado tarde para repeler la ofensiva de Hayat Tahrir al-Sham (HTS).