El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, descartó convocar elecciones anticipadas, como le habían propuesto distintos sectores en un intento de solucionar la grave crisis por la que atraviesa el país.
Nicaragua está a punto de completar tres meses de protestas antigubernamentales que han dejado numerosos muertos: 212 hasta el pasado 19 de junio, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 309 en las últimas estimaciones de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
“Aquí las reglas las pone la Constitución de la República a través del pueblo, las reglas no pueden venir a cambiarlas de la noche a la mañana simplemente porque se le ocurrió a un grupo de golpistas”, señaló Ortega este sábado en una marcha convocada en Managua, sin precisar quiénes son los supuestos golpistas, informa el portal oficialista El 19 Digital.
“Si los golpistas quieren llegar al gobierno, pues que busquen el voto del pueblo y ya veremos si el pueblo les va a dar el voto a los golpistas, que han provocado tanta destrucción en estos días”, zanjó Ortega ante una multitud de simpatizantes y acompañado de su mujer, Rosario Murillo.
No obstante, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro; diversas naciones como Estados Unidos y hasta el propio hermano del presidente, el general en retiro Humberto Saavedra, le habían pedido reiteradamente queadelantara esos comicios para solucionar la situación.
La ley electoral de Nicaragua establece elecciones presidenciales cada 5 años. Y las próximas están previstas para 2021.
La crisis en el país comenzó el pasado 18 de abril, cuando surgieron pequeñas manifestaciones en contra de una reforma del sistema de pensiones.