Miami – La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó las graves amenazas contra la libertad de prensa y el ejercicio del periodismo que se registran a diario en Nicaragua, como parte de la profunda crisis política y la violencia generalizada que ha obligado a varios periodistas a abandonar el país.
El presidente de la SIP, Gustavo Mohme y director del diario La República de Lima, Perú, afirmó que “Nicaragua vive un clima de brutal represión gubernamental que ha cobrado más de 230 vidas y la labor de los periodistas en las calles es cada vez más difícil. Condenamos enérgicamente el acoso, el amedrentamiento y las agresiones contra los periodistas y exigimos al gobierno de Daniel Ortega que cese la represión”.
Durante los últimos tres meses el diario La Prensa, el canal 100% Noticias y la radioemisora Radio Corporación, con sede en Managua, denunciaron numerosos ataques y atentados contra sus reporteros y corresponsales en todo el país.
El domingo 24 de junio Mynor García, corresponsal de La Prensa en Jinotepe, al oeste de la capital Managua, fue asediado en su residencia por partidarios del presidente Ortega que le lanzaron piedras y lo amenazaron con machetes, hasta que recibió protección de algunos vecinos.
El 18 de junio el periodista Eduardo Montenegro, dueño de radio y propietario de dos canales de televisión en Matagalpa, al norte del país, presentó una denuncia ante la SIP en su sede en Miami. Montenegro dijo que las amenazas contra él y otros miembros de su familia se intensificaron durante el mes de mayo. “Recibimos numerosas llamadas en las que amenazaban de muerte y con quemar las instalaciones del canal y la radio Notimat, si continuábamos la cobertura de las protestas”, aseguró el periodista.
El 19 de junio grupos armados asaltaron en Managua a dos equipos periodísticos mientras cubrían el bloqueo de la carretera que conduce a la ciudad de Masaya.
De acuerdo al diario La Prensa, las amenazas y persecución contra defensores de derechos humanos y periodistas se han convertido en una “cacería de brujas” de parte del el gobierno. Detalló que las periodistas Adelayda Sánchez, del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh); Gabriela Castro e Ileana Lacayo, abandonaron sus residencias debido a amenazas recibidas.
A fines de abril, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) extendió medidas cautelares de protección a favor de Migueliuth Sandoval Cruz, viuda del periodista Ángel Gahona, asesinado el 21 de abril en Bluefields, en la costa atlántica nicaragüense.
Poco después de ese asesinato, el periodista estadounidense Tim Rogers, del canal digital estadounidense Fusion, anunció su decisión de abandonar Nicaragua en medio de amenazas de personas afines al gobierno que lo acusaban de pertenecer a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).
“El régimen de Ortega tiene la obligación de garantizar la integridad física de los periodistas nicaragüenses que a diario están arriesgando su vida y la de sus familiares por cumplir con su deber de informar. Para esos periodistas va nuestra solidaridad y apoyo incondicional”, aseguró el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Roberto Rock, director de La Silla Rota de Ciudad de México.1