El Ministerio del Interior indicó que se trata de cuatro menores y dos efectivos de Policía fallecidos.
Al menos cinco personas murieron, incluidos tres niños, y varios más resultaron heridos el miércoles cuando un autobús que transportaba estudiantes fue atacado en una explosión en el distrito pakistaní de Khuzdar de Baluchistán, informó la oficina de Relaciones Públicas Interservicios (ISPR, por sus siglas en inglés). Las autoridades acusan a la India del atentado.
“En otro ataque cobarde y atroz, planeado y orquestado por el Estado terrorista de la India y ejecutado por sus aliados en Baluchistán, un autobús escolar de niños inocentes fue atacado hoy en Khuzdar”, reza el comunicado.
Según el organismo, “tras un rotundo fracaso en el campo de batalla, mediante estos actos atroces y cobardes, aliados indios se han desatado para sembrar el terror y la agitación en Baluchistán y Jaiber Pastunjuá”. “Luego del fracaso de la Operación Bunyan ul Marsoos y la persecución de las fuerzas militares y policiales, estos aliados terroristas indios están siendo utilizados como herramienta estatal por la India para fomentar el terrorismo en Pakistán contra objetivos vulnerables, como niños y civiles inocentes”, continúa la ISPR.
“Los planificadores, cómplices y ejecutores de este cobarde ataque patrocinado por la India serán perseguidos y llevados ante la justicia, y el atroz rostro de la India quedará expuesto ante el mundo entero. Las Fuerzas Armadas de Pakistán, con el apoyo de la valiente nación pakistaní, se mantienen unidas para erradicar el terrorismo patrocinado por la India en Pakistán en todas sus manifestaciones”, resume el ente.
Mientras, el Ministerio del Interior indicó que se trata de cuatro menores y dos efectivos de Policía fallecidos.
En las redes se han divulgado las imágenes que muestran el autobús vacío y quemado y las pertenencias de los niños apiladas a su lado.
Las relaciones entre las dos potencias nucleares se tensaron al máximo tras el atentado terrorista perpetrado el 22 de abril en Pahalgam, parte de la región de Cachemira administrada por la India. Durante varios días, los dos países estuvieron intercambiando ataques de diverso alcance con misiles y drones, lo que amenazó con desembocar en un conflicto de mayor envergadura.
Nueva Delhi e Islamabad lograron el pasado fin de semana una tregua. Ambas naciones proclamaron el alto el fuego como su propia victoria, alimentando un fervor nacionalista en ambos lados de la frontera.