En vísperas de la llamada, el mandatario estadounidense afirmó en su red social Truth Social que simpatiza con el líder chino, aunque es difícil llegar a un acuerdo con él.

El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, han mantenido esta jornada una conversación telefónica para llevar a otro nivel las “estancadas” negociaciones comerciales entre ambas naciones.
En vísperas de la llamada, el mandatario estadounidense afirmó en su red social Truth Social que simpatiza con el líder chino, aunque es difícil llegar a un acuerdo con él.
“Me gusta el presidente Xi de China, siempre me ha gustado y siempre me gustará, pero es muy duro y es extremadamente difícil llegar a un acuerdo con él”, escribió.
La llamada entre los mandatarios de EE.UU. y de China tiene lugar en medio de las tensiones comerciales entre ambas potencias, reavivadas recientemente tras el breve alivio arancelario alcanzado en las negociaciones en Ginebra del pasado mes de mayo, que desembocaron en un acuerdo para reducir los gravámenes mutuos por un período inicial de 90 días: por parte de Washington del 145 % al 30 % y por parte de Pekín del 125 % al 10 %.
No obstante, el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, afirmó el pasado domingo que Pekín está demorando deliberadamente la firma de este acuerdo comercial y advirtió de las graves consecuencias económicas que el gigante asiático sufriría si EE.UU. decidiera cerrar el mercado a sus productos.
Por su parte, China rechazó las acusaciones que le lanzó la parte estadounidense sobre el incumplimiento del consenso establecido en Ginebra y afirmó que fue EE.UU. quien violó este acuerdo comercial.
En particular, desde Pekín denunciaron que, tras las negociaciones en Ginebra, Washington impuso una serie de “medidas restrictivas discriminatorias” en su contra, como la emisión de directrices de control de exportación para chips de IA, la detención de las ventas de ‘software’ de diseño de chips (EDA) a China y la revocación de las visas de estudiantes chinos.