Nicaragua está ubicada exactamente a la par de este país centroamericano. La fiebre amarilla la transmite el mosquito “Aedes Aegypti”.
Al norte de Nicaragua, en el país vecino de Honduras, ha surgido una alerta de organizaciones sanitarias frente a un posible brote de fiebre amarilla que obligaría a las autoridades sanitarias catrachas, tomar medidas de cara a esta peligrosa enfermedad.
Roberto Herrera, el Comisionado de los Derechos Humanos de esa nación, lanzó la alerta de la que se podría convertir en una posible epidemia masiva, perjudicando a los habitantes hondureños, y a los extranjeros radicados en ese país.
Herrera dio a conocer un comunicado de prensa en donde destacó que la fiebre amarilla “podría convertirse en otra epidemia si no se toman las medidas sanitarias necesarias” en Honduras.
Al igual que el zika, chicungunya y el dengue, la fiebre amarilla se transmite a través de los mosquitos “Aedes Aegypti”. Herrera subrayó que es necesario mejorar la vigilancia a nivel nacional.
¿Qué es la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla, o vómito negro (también llamada la plaga americana), es una enfermedad viral aguda e infecciosa causada por “el virus de la fiebre amarilla”, que pertenece a la familia de los Flaviviridae, y del género Flavivirus amaril, detalla Wikipedia.
“Es una causa importante de enfermedad hemorrágica en muchos países de África y la zona norte de Sudamérica que origina 30 000 muertes cada año. En esas regiones es una enfermedad endémica. Existe una vacuna efectiva pero no se conoce cura por lo que cuando personas no vacunadas la contraen solo se les puede proporcionar tratamiento sintomático. La palabra amarillo del nombre se refiere a los signos de ictericia que afectan a algunos pacientes, agrega la gran enciclopedia mundial.