En el departamento de Chinandega realizaron el último adiós a uno de los cubanos que más ha admirado y querido Nicaragua, Argelio Córdoba, el manager que colmó de gloria a la selección del béisbol en este país centroamericano.
Antes de su sepultura en el Cementerio General de esta ciudad, sus familiares, amigos y representantes de gobierno locales le hicieron una misa de cuerpo presente en la iglesia Nuestra Señora de Santa Ana.
Con el último adiós estuvo Julio César Juárez, el pitcher estrella del mundial de 1972, año en que Córdoba dirigió Nicaragua a un histórico triunfo ante Cuba.
Juárez detalló a Argelio como un hombre bastante rápido y sagaz que se encantó de Nicaragua y que vino aquí para quedarse.
En las honras fúnebres de la “Bruja Córdoba”, como sus amigos le conocían, llegaron los peloteros que el forjó, entre estos, Juan Oviedo y Adrián Navas.
Uno de los momentos de mayor emotividad de esté adiós ocurre cuando su hijo Sergio Córdoba, le dijo adiós a su padre cantando “Guantanamera”, seguido de reconocimientos de otros amigos y seguidores.