Luis Almagro de la OEA contra la pared en la política nicaragüense, debido a que la oposición no lo mira como buen moderador
La economía nicaragüense está seriamente amenazada si el Senado de los Estados Unidos llegara a aprobar la famosa Ley Nica Act (Nicaraguan Investment Conditionality Act), según expertos económicos nacionales, y hasta en ciertas declaraciones los funcionarios del gobierno lo han aceptado de esta manera.
Recientemente se conoció que la “Nica Act” tendría el respaldo de al menos 25 congresistas, de estos 15 son republicanos y el resto demócratas, quienes estarían ratificándola para realizar algún tipo de presión al presidente Daniel Ortega Saavedra, según fuentes periodísticas.
El reglamento se había quedado estancado el año pasado 2016 debido al cierre del año legislativo 2016, además de la apretada agenda política debido a las elecciones presidenciales que se realizó en los Estados Unidos.
Almagro de la OEA considera que “Nica Act” no abonaría a mejorar situación
El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, mira que esta forma de presión no abonaría en nada las pláticas que se tienen con el partido en el gobierno Frente Sandinista (FSLN), para que haya una mejora en la política de este país centroamericano.
“La Secretaría General de la OEA considera que el citado proyecto de ley, (..) no constituye un aporte constructivo a los trabajos que el Gobierno de Nicaragua y esta Secretaría General vienen realizando en materia de cooperación para el fortalecimiento democrático, electoral e institucional en el país” dijo Almagro a través de un comunicado publicado la tarde de ayer miércoles.
Ahora la Ley Nica Act exige asuntos a Ortega, como son hacer cambios sustanciales y que sean creíbles para restablecer la democracia, lucha contra la corrupción, la protección de activistas de Organismos No Gubernamentales (ONG), además de otras exigencias.
Lo que pide a los legisladores de EEUU
Almagro realizó una solicitud a los legisladores norteamericanos, como es “reconsiderar los aspectos necesarios que permitan al Gobierno de Nicaragua y a la Secretaría General contar con los tiempos y espacios necesarios para llevar adelante el trabajo acordado entre ambas partes”.
Pero Almagro ha perdido la confianza del seno de la oposición nicaragüense que ha realizado críticas directas a su gestión en el mando de la OEA y lo tildan de ser “doble rasero”, como por ejemplo criticar la que ocurre en Venezuela en lo político, pero realizar acciones leves en cuanto a sus denuncias contra el mandatario Ortega, entre otros señalamientos.