Gütersloh (Alemania) – Las proclamas populistas cuentan con una gran aceptación entre el electorado alemán, aunque el apoyo sigue siendo minoritario en comparación al porcentaje de la población que las rechaza, según un estudio publicado por la Fundación Bertelsmann de Alemania.
Casi un 30 por ciento del electorado alemán defiende posturas populistas, mientras que un 36,9 por ciento es contrario a ellas y un 33,9 por ciento las aprueba solo en parte.
Quienes defienden posturas populistas en Alemania “son con frecuencia demócratas desilusionados, pero no enemigos radicales de la democracia”, recoge Robert Vehrkamp, autor del estudio junto con Christopher Wratil, en sus conclusiones.
“No rechazan en principio las instituciones de la democracia o de la Unión Europea (UE), sino que critican su funcionamiento”, escribieron en el estudio. Además, para la gran mayoría del electorado las posiciones populistas no son decisivas a la hora de depositar el voto en la urna, agregaron.
“Estamos lejos de tener un clima político dominado por los populistas antes de las elecciones generales”, indica Vehrkamp sobre la cita electoral del 24 de septiembre.
Los encuestados tenían que decir en qué medida apoyaban ocho declaraciones, entre las que se encontraba la aceptación de la voluntad popular y la crítica al “establishment” político.
Los autores del estudio investigaron también la relación entre el populismo y las preferencias de partido. El electorado entre el que menos aceptación encuentran las posturas populistas es el de los seguidores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, con menos de un 20 por ciento.
Asimismo, de acuerdo con el estudio, dentro del tema del populismo existe una brecha social. Cuando menor es la formación y los ingresos, mayor aceptación encuentran las proclamas populistas.
Sin embargo, no defienden posiciones radicales. Más de dos tercios del electorado con inclinaciones populistas defiende la permanencia en la UE e incluso un 85 por ciento apoya la democracia, agrega el estudio. Sin embargo, casi un 80 por ciento cree que la ampliación de la UE fue demasiado lejos y cerca de más de la mitad considera que la democracia “no funciona realmente” en Alemania o “en absoluto”.