WASHINGTON (Xinhua) — Estados Unidos, Canadá y México dieron inicio ayer a la primera ronda de la renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) con una ansiedad y una incertidumbre generalizadas por el futuro de este pacto comercial trilateral de décadas de antigüedad.
“Todos coincidimos en que el TLCAN tiene que ser actualizado. Es un acuerdo de 23 años y nuestras economías son muy diferentes de lo que eran en los noventa”, dijo el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, en sus declaraciones iniciales para la ronda inaugural de las conversaciones sobre el TLCAN que continuarán en Washington D.C. hasta el domingo.
“Tenemos modernizar o crear disposiciones que protejan el comercio digital, el comercio en servicios y el comercio electrónico, actualizar los procedimientos aduaneros, proteger la propiedad intelectual, mejorar las disposiciones sobre energía, mejorar la transparencia y promover el comercio agrícola basado en la ciencia”, dijo.
Lighthizer expresó la esperanza de que los tres países puedan desarrollar disposiciones modelo en cada una de estas áreas “que sean utilizadas durante años por venir y que tengan flexibilidad para adaptarse a las innovaciones futuras”.
Lighthizer también afirmó que el TLCAN “básicamente le ha fallado a muchos, muchos estadounidenses” y que Estados Unidos “no puede ignorar los enormes déficits comerciales, la pérdida de empleos en manufactura y los negocios que han cerrado o que se han ido” debido a los incentivos del acuerdo actual.
El representante comercial dijo que el presidente Donald Trump, quien ha amenazado con abandonar el TLCAN, no está interesado en “un mero ajuste de unas cuantas disposiciones y de un par de capítulos” y que Estados Unidos buscará “mejoras mayores” en el acuerdo.
“Tenemos que asegurarnos de que los enormes déficits comerciales no continúen y de que tengamos equilibrio y reciprocidad. Esto debe revisarse de forma periódica”, dijo Lighthizer.
En julio, la oficina de de Lighthizer incluyó por primera ocasión la reducción del déficit como un objetivo específico de la renegociación del TLCAN, lo cual refleja la determinación de la administración Trump de abordar el asunto.
Pero la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, rechazó el uso de los déficits comerciales como indicadores del éxito de un acuerdo comercial.
“Canadá no ve los superávits o los déficits comerciales como la medida primaria para determinar si una relación comercial funciona”, dijo Freeland en sus declaraciones iniciales y agregó que el comercio actual entre Estados Unidos y Canadá es “equilibrado y mutuamente beneficioso”.
Lighthizer dijo que Estados Unidos también buscará endurecer las reglas de origen para automóviles y autopartes, por lo que solicitará mayor contenido del TLCAN y “un significativo contenido estadounidense”.
Las reglas de origen actuales permiten que los automóviles con un contenido de valor regional igual o mayor a 62,5 por ciento puedan venderse libres de aranceles en América del Norte.
Este porcentaje ya es el mayor contemplado en los 12 acuerdos de libre comercio de los que Estados Unidos es parte actualmente, dijo Matt Blunt, jefe del Consejo Estadounidense de Políticas Automotrices.
Blunt indicó que el umbral actual del requisito de contenido local representa el equilibrio adecuado y advirtió que endurecer las reglas de origen del TLCAN podría perjudicar la competitividad de los fabricantes de autos en Estados Unidos, Canadá y México.
El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, dijo en sus declaraciones iniciales que el objetivo de las renegociaciones del TLCAN debe ser “tener más comercio, no menos”.
“La cuestión no es romper lo que ha funcionado, sino encontrar la forma de que el acuerdo funcione mejor”, dijo Guajardo, quien añadió que los negociadores tienen que trabajar con todos los participantes para llegar exitosamente a un acuerdo.
Jeffrey Schott, experto comercial e investigador del Instituto Peterson de Economía Internacional, un grupo de expertos con sede en Washington D.C., dijo que muchos legisladores estadounidenses también están reticentes a ver grandes enmiendas al TLCAN por las potenciales pérdidas y la incertidumbre de las renegociaciones.
Schott espera que los negociadores de Estados Unidos, Canadá y México presenten propuestas de negociación en una amplia gama de temas en la ronda de conversaciones de esta semana.
“Creo que habrá muchas propuestas en la mesa, textos detallados sobre una variedad de asuntos. Cada país necesitará mucho tiempo tan sólo para explicar qué desea ver en esta modernización del TLCAN”, dijo.
Aún es muy pronto para saber si los tres países llegarán a un acuerdo comercial trilateral modernizado o si las negociaciones se romperán.
“Si Estados Unidos se retira, causaría un dolor significativo a muchos exportadores estadounidenses, incluyendo los numerosos agricultores que dependen del mercado mexicano para una gran parte de la venta de sus cosechas”, dijo Schott.