Todavía falta reconocer de quién son los cuerpos sustraídos del fondo del mar Caribe nicaragüense
Por el momento han sido rescatados cuatro cuerpos de los 13 marineros que naufragaron en aguas del Caribe de Nicaragua, cuando viajaban en el barco Miss Johana Betsey, el pasado 29 de junio de los corrientes, informó el dueño de la embarcación Eduardo Zeledón, padre de Frank Zeledón quien brindó los detalles.
Las autoridades del Gobierno, Instituto de Medicina Legal, Policía Nacional, Fuerza Naval del Caribe y el Ministerio de Salud sostuvieron un encuentro para establecer una estrategia y poder extraer los cuerpos.
Quienes realizan estas labores son buzos con experiencia en conjunto con la Fuerza Naval, que llegan desde Corinto para apoyar los trabajos de extracción.
Después de una intensa búsqueda de la Fuerza Naval y buzos independientes, además de cuatro países que participaron en esto, fue descubierto el pasado 28 de agosto a 23.5 millas náuticas de Corn Island y a una profundidad de 90 metros, los restos del Miss Johana Betsey.
Familiares de las 13 víctimas con dolor llegaron al punto del naufragio, iban con ellos 13 ataúdes.
La identidad de los cuerpos que lograron ser sustraídos todavía deberá ser confirmados por cuatro forenses del Instituto de Medicina Legal establecidos en Corn Island enviados por el gobierno.
Los que iban abordo
Las personas que iban a bordo del barco son los tripulantes Denis Antonio Ballesteros, de 45 años y capitán del barco; Aníbal Armando Ramírez, de 48 años, maquinista; Rolando Lazo Villarreal, winchero; Daniel González, cocinero.
Y los marinos: Esteban Jirón, Antonio Nicolás Melgara, Óscar Andrés Pérez, Rafael Junio Tablada, Genaro Enríquez González, Elmer de Jesús Patrick, José Daniel Mejía, Eiler Sebastián Bravo y Marcial Bautista Brenes.
El barco que llevaba de nombre Miss Johana Betsey zarpó de Bluefields rumbo a Corn Island el martes 27 de junio con 13 personas a bordo: cuatro tripulantes y nueve marineros. De Corn Island salió hacia el noreste de los Cayos Perlas el jueves 29 de junio a las nueve de la noche, dos horas más tarde la baliza de la nave dispara su última señal.