Unos fósiles hallados en Colombia que durante décadas se pensó que eran de una planta prehistórica han cambiado inesperadamente de ámbito biológico y han sido ahora identificados como restos de tortugas

Los investigadores sugieren que los animales no tenían más de un año en el momento de su muerte y apenas habían desarrollado su caparazón.
El sacerdote colombiano Padre Gustavo Huertas, coleccionista y buscador de fósiles entre las décadas de 1950 y 1970, encontró cerca de Villa de Leyva, al norte de Bogotá, dos pequeños fósiles ovalados con patrones que se asemejaban a hojas de una planta.
En 2003, estos hallazgos fueron oficialmente categorizados como restos de la especie ‘Sphenophyllum colombianum’, un arbusto extinto que se cree que desapareció a principios del período Triásico, hace 251 millones de años.
Fossil first identified as plant is actually a baby turtle https://t.co/9yz0wet9sv
— Popular Science (@PopSci) December 10, 2023
Sin embargo, un estudio publicado la semana pasada en la revista Palaeontologia Electronica sugiere que se trata de algo mucho más raro: crías de tortugas prehistóricas, explica en un comunicado el Museo Field de Chicago.
La catalogación de los fósiles como ‘Sphenophyllum colombianum’ resultaba sorprendente por el lugar donde fueron hallados: rocas del Cretácico Temprano, esto es, hace 132 y 113 millones de años, más de 100 millones de años después de que se extinguieran las demás especies conocidas del género Sphenophyllum.
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Esta discrepancia llamó la atención de Fabiany Herrera, paleobotánico y curador asistente de plantas fósiles en el Museo Field de Chicago. Junto con el paleobotánico Héctor Palma-Castro, de la Universidad Nacional de Colombia, decidió reexaminar los fósiles.
Los científicos comenzaron a comparar los hallazgos con muestras de vertebrados y notaron una clara similitud con los caparazones de tortugas. Luego, el equipo los comparó con caparazones de tortugas fósiles y modernas.
Como resultado, los autores concluyeron que los fósiles eran caparazones de crías de tortugas y que lo que inicialmente se pensó que eran hojas y tallos eran realmente las costillas y la columna vertebral del animal.
Los investigadores sugieren que los animales no tenían más de un año en el momento de su muerte y apenas habían desarrollado su caparazón. La especie de tortuga fue apodada ‘Turtwig’, en honor a un personaje de Pokémon que se asemeja a una tortuga con hojas en la cabeza.