Düsseldorf (Alemania) – ¿Cómo hace un muchacho de apenas 13 años para derrotar a varios de los mejores jugadores del mundo en el tenis de mesa?, le preguntaron al japonés Tomokazu Harimoto.
Él respondió con tranquilidad, como si fuera ya un adulto: “En el tenis de mesa, la edad no significa nada. Solo quiero hacer mi juego y atacar desde el principio. Y seguir haciéndolo en el próximo partido”.
Que la edad no significa nada quedó en claro el Mundial de tenis de mesa que se está disputando en la ciudad alemana de Düsseldorf.
Desde el primer día, dos chicos son el centro de interés del evento, aunque siempre con una pregunta: ¿deben o no jugar un torneo tan importante?
El jugador más joven del torneo, eliminado en su primera presentación, fue el turkmeno Ilyas Allanazarov, de nueve años. Allanazarov es hijo del presidente de la federación de la disciplina en el país asiático. El parentesco puede explicar por qué fue nominado por segunda vez para participar en un Mundial.
En el caso de Harimoto, por el contrario, no hay ninguna suspicacia extradeportiva. Hoy derrotó por cuatro sets a uno (12-10, 11-8, 11-9, 9-11 y 11-9) al eslovaco Lubomir Pistej, 20 años mayor que él, para instalarse en cuartos de final del torneo.
El viernes venció 4-0 al taiwanés Cheng-Ting Liao y el jueves batió 4-1 a su compatriota Jun Mizutani, que ocupa el sexto lugar de la clasificación mundial y ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. No tuvo ni una sola posibilidad ante Harimoto.
“Mis respetos por lo genial que lo está haciendo aquí”, dijo la estrella alemana Timo Boll sobre el japonés. “Este joven es una bomba”, lo elogió el jugador local, que podría cruzárselo en las semifinales. “Pero por ahora no debemos pensar en eso. Sería un gran error”, agregó el germano sobre el posible duelo.
Harimoto, por lo pronto, espera en semifinales por el ganador del duelo chino entre Lin Gaoyuan y Xu Xin.
Boll, una de las figuras del tenis de mesa, jugó por primera vez con la selección alemana a los 16 años. Las comparaciones con la carrera de Harimoto son frecuentes: el japonés es el jugador más joven en llegar a una final de un torneo World Tour, además de ser ya campeón mundial Sub 21.
Dimitri Ovtcharov, que también es alemán, dice que Harimoto es “un talento del siglo”. En febrero, el japonés derrotó a Ovtcharov en el torneo Indian Open.
El joven japonés aprovecha que en los Mundiales, a diferencia de los Juegos Olímpicos, no hay límite de edad. Todo el mundo puede participar, pero los críticos advierten que podría ser demasiado para un niño como Harimoto.
Richard Prause, director deportivo de la Federación Alemana de Tenis de Mesa, no lo ve así. El dirigente asegura que los jóvenes talentos en Asia comienzan a entrenar muy duro desde que tienen entre cinco y siete años.
“Cuando los jóvenes se dedican al deporte con diversión y ambición y han alcanzado el nivel para el deporte profesional, es completamente correcto jugar con ellos”, dijo Prause al periódico “Rheinischen Post”.