Con tradición, alegría y cultura, Santo Domingo de Abajo, volvió a su morada, después de haber permanecido en la capital por más de quince días, donde centenares de devotos caminaron con la imagen hasta la iglesia de San Andrés de la Palanca.
Con tradición, alegría y cultura, Santo Domingo de Abajo, volvió a su morada, después de haber permanecido en la capital por más de quince días, donde centenares de devotos caminaron con la imagen hasta la iglesia de San Andrés de la Palanca.