Las pruebas de la primera pieza modernizada del cañón autopropulsado Malka ya han terminado. Se trata de un arma con una amplia gama de municiones, incluidas las de carga nuclear
El consorcio ruso Uralvagonzavod, uno de los mayores contratistas de defensa del país, especializado en vehículos blindados y carros de combate, ha terminado la modernización de una de las piezas autopropulsadas de artillería más poderosas del mundo, el cañón-obús 2S7M Malka, según informa la propia compañía en su página web.
Los cañones-obuses autopropulsados de 203 mm Malka, capaces de disparar una amplia gama de municiones, incluidos proyectiles con carga nuclear, recibirán nuevas cajas de cambios, unidades de suministro de energía, nuevos visores y equipo de intercomunicación, así como nuevas estaciones de radio.
Anteriormente se había informado que estos sistemas, fabricados en la URSS entre 1975 y 1990, usan un nuevo método de puntería de corrección de fuego asistido por drones Orlan-10. Además de sus herramientas de puntería tradicionales, emplean ahora el sistema de posicionamiento global ruso GLONASS.
“El cañón autopropulsado Malka 2S7M superó con éxito el ciclo de pruebas completo”, informa Uralvagonzavod.
Durante las pruebas de funcionamiento, se verificaron las características de movilidad, confiabilidad del chasis, planta de energía y transmisión; mientras que en el transcurso de las pruebas de fuego se testó la confiabilidad de los mecanismos de carga, la dureza del cañón 2A44 y el control de fuego.
La primera pieza ya está lista para ser enviada a las Fuerzas Armadas rusas, y la empresa procederá a la modernización en serie de los Malka restantes.
Los obuses autopropulsados 2S7 Pion (la versión anterior de los Malka) y 2S7М Malka fueron concebidos durante la Guerra Fría para destruir objetivos clave en la profundidad de la defensa del enemigo. Tienen un alcance de 37 y 47 kilómetros para proyectiles convencionales y propulsados a chorro, respectivamente.
La masa de sus proyectiles de alto explosivo (3VOF34, 3VOF42) es de 110 kilogramos, de los cuales 17,8 kilogramos corresponden al explosivo. Diversas estimaciones indican que el actual parque de artillería del Ejército ruso posee alrededor de 300 unidades de 2S7 y 2S7M, la mayoría de ellas almacenadas.