Según los expertos, la ‘Mano de Irulegi’ constituye el primer ejemplo de que los antiguos vascones contaban con un lenguaje escrito
Especialistas dirigidos por el Grupo de Investigación en Prehistoria de la Universidad del País Vasco (España) revelaron el significado de una misteriosa inscripción de cuatro líneas grabada en una mano de bronce de 2.000 años de antigüedad. Los resultados del estudio epigráfico de los extraños símbolos fueron publicados este martes en la revista académica Antiquity.
El intrigante objeto fue hallado en 2021 en el yacimiento de la Edad de Hierro de Irulegi, en el valle de Aranguren, en Navarra.
Lengua paleohispánica
Dado que los vascones, que ocuparon esta zona en el momento en que se forjó la mano, dejaron muy pocas muestras de escritura, se creía que era un pueblo prealfabetizado (sin un lenguaje escrito). Sin embargo, ahora los investigadores afirman que el objeto, denominado la ‘Mano de Irulegi‘, “constituye el primer ejemplo de epigrafía vascónica”. “La nueva inscripción que aquí se presenta respalda la idea cada vez más extendida de que los antiguos vascones conocían y utilizaban la escritura, al menos hasta cierto punto”, sostienen los investigadores.
Además, señalan que un detallado análisis lingüístico de algunas palabras que pudieron identificarse “sugiere que la escritura representa un subsistema gráfico del paleohispánico que comparte sus raíces con la lengua vasca moderna”. La primera palabra de la mano, ‘sorioneku’, resultó tener un vínculo clave con la palabra en euskera ‘zorioneko’ (buena fortuna, en español).
Atraer la buena suerte
Según los expertos, el texto inscrito se considera “apotropaico”, es decir “una señal para invocar la buena suerte“. En este sentido, los investigadores sospechan que la mano tenía algún tipo de significado ritual o religioso.
El hecho de que fuera encontrado en la entrada de un edificio doméstico, así como la orientación de la escritura, junto con la posición de un pequeño agujero en el objeto sugiere que fue clavada a un soporte de madera en la entrada del inmueble, para su exhibición y lectura. Tales elementos indican además que la mano debía colgar con los dedos hacia abajo.
Técnica de escritura
El equipo añade que las variaciones en el tamaño de las letras y algunas inconsistencias en los trazos de las mismas sugieren un enfoque de escritura bastante descuidado y no planificado. Asimismo, explica que el bronce es un material común en la zona, por lo que es muy probable que el objeto haya sido elaborado en el sitio donde fue encontrado. Los signos se inscribieron utilizando la técnica de esgrafiado para crear las líneas, a las que luego siguieron puntos perforados de mayor tamaño.