BRASILIA (Xinhua) — El pleno de la Cámara de Diputados de Brasil comenzó ayer una votación para definir la continuidad o el rechazo de la denuncia por tentativa de obstrucción de justicia y asociación ilícita contra el presidente Michel Temer, presentada por la fiscalía.
También están denunciados como miembros de la misma asociación ilícita al ministro jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, y el secretario general de la Presidencia, Moreira Franco.
La oposición apostaba a que la sesión fuera atrasada por falta del quórum necesario para iniciar la votación, que exigía la presencia de al menos 342 diputados.
La incertidumbre creció pasado el mediodía, cuando se informó que el presidente Temer había sido internado en el Hospital del Ejército debido a un problema de salud.
Después de dos horas de confusión y versiones encontradas, el gobierno informó oficialmente que el presidente había sufrido una “obstrucción urológica”, y fue más tarde sometido a un cateterismo vesical.
La expectativa es que el mandatario reciba el alta al final de la tarde de este miércoles, de acuerdo con el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia.
Este miércoles, el gobierno enfrentaba dificultades para alcanzar el quórum en el pleno; sin embargo, el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, puso la denuncia en votación enseguida que el tablero marcó por primera vez en el día el quórum mínimo requerido de 342 diputados.
El proceso en el Supremo Tribunal Federal (STF) sólo será autorizado si recibe el apoyo de precisamente un mínimo 342 diputados, el equivalente a dos tercios del total de 513 legisladores de la cámara baja, conforme a la Constitución brasileña.
La base aliada al gobierno confía en que tendrá el número suficiente de votos para archivar la segunda denuncia contra el mandatario.
Temer fue acusado por la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) con base en las delaciones premiadas de los empresarios del grupo JBS, los hermanos Joesley y Wsley Batista, y de Lucio Funaro, operador financiero vinculado al gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
La acusación de obstrucción de justicia se refiere al supuesto aval del presidente Temer para que los empresarios del grupo JBS compraran el silencio de Funaro.
El mandatario es acusado además de liderar una asociación ilícita, en referencia a supuestas actividades ilegales del grupo dirigente del PMDB, que habría organizado un amplio esquema de cobro de sobornos.
Los ministros Padilha y Moreira Franco están entre los principales integrantes de esa organización que, según la denuncia, recaudó sumas millonarias a cambio de favores a empresas privadas.
En caso de que la Cámara de Diputados autorice al STF para dar continuidad al proceso, el presidente deberá ser apartado del cargo por 180 días, periodo durante el cual asumiría provisionalmente Maia, como primero en la línea de sucesión.
Una primera denuncia contra Temer por corrupción pasiva fue rechazada por los diputados a inicios de agosto, con lo cual el mandatario sólo será juzgado en ese caso tras el fin de su mandato, que vence el 31 de diciembre de 2018.