“Lo que ocurrió hoy podría ser el detonante que nos ha preocupado y que hemos tratado de evitar durante 10 meses”, dijo un funcionario estadounidense a Axios.
La Administración de Joe Biden está muy preocupada de que una guerra pueda estallar entre Israel y Hezbolá tras un ataque con cohetes que alcanzó este sábado un campo de fútbol en la localidad de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados por el país hebreo, que causó varios muertos.
“Lo que ocurrió hoy podría ser el detonante que nos ha preocupado y que hemos tratado de evitar durante 10 meses”, dijo un funcionario estadounidense anónimo a Axios.
Además, los funcionarios consultados están preocupados por el hecho de que, sin un alto el fuego en Gaza, se hace más probable una guerra entre Israel y el grupo militante libanés, lo que exacerbaría la crisis regional y arrastraría a Estados Unidos más profundamente al conflicto.
En esa línea, la Administración de Biden ha estado preocupada desde hace varios meses porque las partes enfrentadas están calculando mal al intensificar su retórica y sus combates sobre el terreno y creer al mismo tiempo que se puede evitar una guerra total.
Un ataque con cohetes alcanzó un campo de fútbol en la localidad de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados por Israel, dejando varios muertos, informan los medios locales. Según los servicios de emergencia locales, hay al menos 10 víctimas mortales, incluidos niños, y más de 30 heridos. Según los informes, las personas que estaban en la zona que ha sido atacada tenían entre 10 y 20 años.
Israel culpa a Hezbolá y el grupo lo niega
En un principio, los medios israelíes informaron que Hezbolá había reivindicado la autoría del ataque y que, además, había perpetrado otra acción armada contra una base militar israelí en los Altos de Gólan. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que 30 cohetes fueron disparados desde el lado libanés.
A su vez, el alto representante de Hezbolá para los medios de comunicación, Mohammad Afif, negó la responsabilidad del grupo en el ataque contra Majdal Shams. La organización chií difundió también un comunicado oficial en el que afirma que “niega categóricamente” su implicación en esta acción.
En tanto, el portavoz de las FDI, el contralmirante Daniel Hagari, lo calificó como el “ataque más grave” contra civiles israelíes desde el ataque masivo de Hamas contra Israel del 7 de octubre.
“No hay ninguna duda de que Hezbolá ha cruzado todas las líneas rojas”, afirmó por su parte el canciller israelí, Israel Katz. “Nos enfrentamos a una guerra total”, aseveró.